Restaurante Reyes de Aragón en Nuévalos

El producto es de calidad y se dispone de varias opciones donde elegir (tanto de primeros, segundos y postres). El precio es de 26€, pudiendo ser algo elevado al valorar todos los aspectos. Resulta chocante que dentro de ese precio solo se incluya agua. Respecto al servicio, en los dos días que estuvimos cenando, fue muy seco (el primer día el jefe de sala nos "tiró" el pan y no se molestó en ver qué tal todo. El servicio de los camareros y camareras, más o menos parecido (algo más amables, pero no hacían sentirte a gusto). Ya se sabe que estás trabajando y no haciendo amigos, pero una sonrisa de vez en cuando es de agradecer. Finalmente, el último día pedimos una botella de agua dos veces y aun estamos esperándola (a pesar de confirmarnos dos veces que ahora la traían). Éramos 4 personas y el primer día no hubo problema en traernos otra botella y como pequeño detalle, comentar que ofrecen un aperitivo pequeño: el primer día uno por pareja y el segundo solo uno (siendo lo mismo que el primer día). Son detalles que no encajan con el precio pagado y la categoría que en principio se espera del restaurante.

Comímos de primero migas y risotto de boletus, ambos BUENÍSIMOS! y con bastante cantidad! De segundo Chuletas de cordero y melosas de cerdo ibérico, también buenos, aunque ya casi no nos entraban. De postre la torrija y la tarta de queso (sin sirope) también estaban brutales. Muy recomendable el sitio pero hay que estar a las 13:30h en la cola, si quieres asegurarte la mesa. Vimos a bastantes personas que se quedaron sin sitio.

Pasamos una noche en el Monasterio de Piedra, por lo que cenamos el día de llegada y comimos el de salida. Desde que entras, encuentras un equipo de profesionales muy atento y solícito, atento a cualquier necesidad de los comensales, además de amable y educado, con mucha clase. El salón es precioso, conserva el carácter histórico del monasterio, pero a la vez es elegante y cómodo. El menú es amplio y asequible (las bebidas se cobran aparte, recomendamos pedir consejo al meitre o sommelier para degustar un buen vino local). La comida, simplemente, deliciosa. Estamos deseando volver.

Es el restaurante del hotel. El lugar es muy aconsejable de visitar. Mejor si no es fin de semana. La comida muy normalita, demasiado, esperaba algo más. El precio es ajustado ( 26 euros con primero, plato y postre, pero sólo incluye agua. Es menú cerrado, con platos a elegir entre varios y no hay carta, al menos el día que fuimos a comer. Los camareros, los que te sirven la comida, los que te retiran los platos y los cubiertos y además, les da tiempo a ver si necesitas algo de beber, muy atentos. Era sábado y estaba lleno y atendían a todo, pero ellos, los currantes.

Estuve el sábado con mi pareja a comer después de ver el monasterio de piedra. Un menú de finde semana por 26€ no está mal. La tranquilidad del restaurante, la atención del personal y el producto que comes es bueno, bastante decente. Los postres son caseros y muy ricos. Si tuviera que elegir entre los dos más cercanos al monasterio no dudaría en repetir!

Fuimos a comer un lunes después de visitar el monasterio de piedra, y la verdad es que me sorprendió gratamente. Hicimos el menú de 26€. La comida con muchísimo sabor y riquísima(yo comí risotto de setas, de segundo cordero y de postre una tarta hojaldrada con chocolate), ¡buenísimo todo! Se nota que hay calidad.

Me gustó mucho, la calidad de comida es excelente, personal amable.

Merece la pena . Buena carta, buena calidad, buena cocina y muy buena atención. El precio del menú muy asequible, en relación calidad/precio un 10

Un restaurante perfecto, comida muy buena, vinos de excelente calidad, una presentación de los platos muy buena. Y el entorno maravilloso, y el servicio muy atento y rápido. Muy recomendable.

Ambiente muy agradable. Atención de los camareros extraordinaria. Calidad y presentación de los platos perfectos. En un paraje maravilloso. Merece la pena el viaje por todo. Les daría un 10 si fuese posible. Quedamos muy contentos y lo he recomendado