09/05/2024: Un sitio mítico que sólo la experiencia del servicio y del sitio ya merece una visita. Sumado a una gran cocina, lo hace un sitio obligatorio para los aficionados a la gastronomía. Yo le pondría un 4.4/5, y tuvimos una experiencia magnífica algo estropeada por un plato del menú degustación, si no rozaría el máximo.
Hicimos el menú degustación de invierno (va cambiando con temporada), 160€ sin maridaje. Iré plato a plato, después servicio y conclusión:
1- Aperitivos pequeños: todos juntos una delicia. El bombón de foie, memorable.
2- Aperitivo grandes: derrame y brandada. De las mejores que he probado.
3- Primero: Carpaccio de atún y lubina. Con una salsa de remolacha y fresas que hacía una mezcla exquisita. Hubiera comido más.
4- Segundo: Bouillabaisse a su modo. El plato es buenísimo. Quizás debería explicarse mejor el orden de cómo comerlo, pero delicioso.
5- Tercero: Coulant de Ceps. Los coulantes son deliciosos, las cepas también, por tanto estaba para mojar pan.
6- Cuarto: “Costillas” de lenguado en la milanesa. Llegamos al “primer principal” del menú. Espectacular. Una forma diferente de hacer el lenguado magnífica: exterior crujiente e interior tendrísimo, acompañado de una salsa de albahaca, alcachofa y alcaparras que fue, para mí, lo mejor de la noche.
7- Quinto: Jarret de cerdo (24 horas de cocción). El "segundo principal" y la nota negativa de la noche. Aquí no sabemos muy bien lo que pasó. Dadas las 24 horas de cocción, esperábamos un corte muy tierno, pero con un potente sabor a cerdo. No fue el caso. La carne resultaba como chiclosa en la boca, e incluso con la salsa de berenjena el conjunto resultaba una mcía insípido. No fuimos capaces de acabárnoslo, y nos dejó el estómago demasiado lleno para disfrutar del final como tocaba. Quizá deberíamos haberlo comunicado al camareros, pero el hecho es que este jarrete ya no está en la carta, y en el menú hay un pichón Wellington con muy buena pinta. Conscientes de que quizás simplemente no nos gusta el jarrete y nos equivocamos, lo consideramos un error.
8- Quesos: de los mejores que he probado.
9- Postre: Flan cremoso de vainilla. Postre conceptualmente simple, pero la ejecución lo hace de los mejores flanes que he probado.
10- Petit Fours: en la línea de los aperitivos pequeños, un buen final.
Sobre el servicio y el ambiente, es uno de los puntos paradigmáticos del local. El sitio parece cuidadosamente congelado en el tiempo, con sus cortinas, sus velas y su cuadro del Liceo. Probablemente no quede ningún sitio así en Barcelona. El personal es el más atento que me he encontrado nunca. Todo lo que se espera de un buen servicio: llenar copas, llevar pan, contar lo justo y necesario, ser simpático lo justo y necesario, contestar con detalle las preguntas... Al principio es incluso intimidante, pero ya cuando pides y conversaciones sabes que estás en buenas manos. Por último, destacar que puedes ser debidamente atendido en catalán. Esto no debería remarcarse en la capital de Catalunya, pero dado que algunos Michelin se han entregado al turismo sin ningún escrúpulo y no es extraño encontrarte lugares donde ni te entienden (ya los que no pienso volver), pues qué remedio.
Como conclusión, Via Veneto es de los sitios más singulares de Barcelona. La calidad del producto es excelsa y la cocina que se le hace, aunque tradicional, tiene claras muestras de atrevimiento que no lo hace un sitio anticuado. Cualquier amante de la gastronomía debe realizar una visita. Nosotros volveremos, aunque el jarrete no nos hiciera el peso.
07/05/2024: Disfrutando de las mejores Gastronomías de España, para mi también de los mejores o el mejor Servicio de Mesa. Junto con un gran amigo y gran profesional del Mundo de la Sumilleria que nos ha hecho disfrutar con sus recomendaciones, déjese aconsejar por el Jose Martinez Gonzalez En el Restaurant Vía Veneto. Barcelona, Una Estrella Michelin. Gracias a todos por hacerme sentir como en mi casa. Lastima que no estéis más cerca para poder ir más!!. Me llevo el libro de la Familia Monje dedicado, para poder compartir con compañeros del Mundo