Tiemar - Isidro López en Jerez de la Frontera

¡Una experiencia muy recomendable! Me encantó particularmente la decoración del restaurante y todos los detalles seleccionados para que la experiencia sea la mejor posible. Desde la presentación de los platos, hasta la explosión de sabores, es una experiencia de principio a fin. Lo único que podría mejorar es la presencia de la plantilla, que a mi parecer no queda a la altura del proyecto. Detalles como hablar súper rápido y sin volumen, no te permite escuchar lo que deben explicarte de cada plato. Aunque sin duda, la presencia es tan importante como el resto de cosas en el proyecto. Por lo demás, desde la cubertería hasta la limpieza, todo impecable. Repetiremos, sin duda.

En la primera visita pedimos 2 menús degustación para probar varias cosas de la carta y ambas personas llegamos a la misma conclusión de que todo era 10/10 menos las cantidades que se quedaban muy cortas (cosa normal en un menú degustación) y por eso volvimos esta segunda vez para pedir los platos individuales que más nos gustaron en la primera visita y nos encontramos con que los platos individuales son prácticamente iguales en cantidad. No creo que vayan a perder mucho beneficio por echar “un puñado” más de arroz al plato, el comensal lo agradecerá. Otra cosa que no nos gustó para nada fue que en el menú degustación, para los noodles, utilizaron unos caseros buenísimos perfectamente elaborados pero para esta segunda visita utilizaron lo que aparentemente era unos noodles industriales que nada tenían que ver con los primeros. No volveremos a ir al restaurante porque las cantidades no son para nada suficientes.

¡Sentimientos encontrados! Las expectativas eran muy altas, pero no salimos especialmente sorprendidos. Si bien es cierto que tanto el local como la ubicación son inmejorables, quedamos algo descontentos con el servicio. La camarera estaba completamente 'ida', y el pobre Pablo tenía que atender a prácticamente todas las mesas y asientos de la barra. El cuajo (de la camarera) era notable. Hasta el punto de que eran los responsables de partida en cocina quienes ordenaban marchar los platos, y estaban pendientes de otros detalles: retirar platos y copas, bebidas, etc En lo referente a la comida, sin pena ni gloria. La verdad. Lo más destacable: unas croquetas para comer 'a cubos', y una suerte de pasta bolognesa con salsa de tilka masala. Una auténtica exquisitez. Propuesta interesante, a la vez que arriesgada, si tenemos en cuenta la plaza. Bravo. No me cabe duda que con rodaje y perseverancia seremos testigos de cambios (algunos necesarios), que les acerquen a una oferta redonda.

Primera comida de más, seguro, nuevos sabores, experiencia gastronómica muy interesante, innovadora, buen servicio y gran cocina, sin duda camino del estrellato. Isidro, una gran apuesta en una ciudad como Jerez, habrá 3 estrellas en 50 metros? No tengo pruebas pero tampoco dudas....

Magnífica experiencia, una vez más. Lástima algunos platos de carta agotados, siendo esta corta. Hasta la próxima!

Hemos ido en 4 ocasiones y nos sigue encantando como el primer día. Los platos sorprenden y la atención es maravillosa. Destacar el gazpachuelo y la croqueta líquida. Seguro que volveremos :)

El local es algo pequeño pero ello ayuda a crear ambiente. Pedimos dos menús degustación, y todos los platitos estaban muy buenos pero eran minúsculos, yo me fui con algo de hambre. Lo que más nos gustó fue el gazpacho de jalapeños y la vieira, y lo que menos diría que el plato principal (el que se supone que te llena) que eran fideos con carne (supongo que porque, aún estando muy rico, era algo muy sencillo que podría haber comido en casa para el precio del menú). Yo tampoco es que tenga mucha idea de este tipo de comidas. De todos modos recomendaría ir al menos una vez para vivir ese tipo de experiencia, sobretodo si quieres tener una cita con alguien.

Calidad-precio espectacular.Muy buena atención. Un sitio "arreglao pero informá"🤣.Lo recomiendo 100%

Excepcional en todos los sentidos. Presentación de los platos, profesionalidad del servicio, ambiente, comida riquísima y muy elaborada. Probamos el menú degustación y fue excelente. Te puedes sentar en la barra y ver cómo trabajan los cocineros, incluso en algún caso ellos mismos te presentan los platos. Servicio perfecto

El local es un local con una buena decoración donde es fácil mantener una conversación y a la vez disfrutar del entorno. Original en la decoración y en la distribución del espacio. Fuimos en pareja para la comida y es muy recomendable asistir con reserva ya que de lo contrario es posible no tener la disponibilidad necesaria para poder disfrutar de la experiencia ya que son pocas mesas. Para beber pedimos botella de se vino banco semiduoce de la tierra: California. Comenzamos con la croquetas líquidas que son del todo recomendables. Tienen un sabor intensio y están deliciosas. Se piden por unidades. Continuamos con las gyozas de carne que están muy bien aunque a nuestro parecer le faltan un poco de intensidad de sabor, pero aún así las recomendamos. En tercer lugar pedimos las vieiras que se piden por unidad y que están muy frescas. Un plato que iba acompañado de una salsa que aumentaba el sabor de la vieira y que os recomiendo. El mejor plato a nuestro parecer han sido los noodles al wok, espectacular y totalmente recomendable. Todos al final cuando entramos en Google para leer los comentarios esperamos que nos digan los imprescindibles: este es uno de ellos. No os podéis ir de ahí sin probar este plato. Impresionante. En lo que respecta al pato pedimos los dos, el dumpling y el brioche, están bien. Desgraciadamente no había huevos a la flamenca, una pena que no tuviesen el plato un jueves normal a las 15.00 pero nos quedamos con la ganas. Cerramos la comida con la pantera rosa. Los que siempre hemos sido amante de este sabor nos quedaremos impresionados con su sabor. Muy recomendable. El único pero: una de las cocineras. Estás cosas al final hacen daño a la imagen del restaurante. La chica que nos ha atendido durante toda la experiencia nos advirtió de que la cocina cerraba a las 15,30. Yo aún tenía hambre así que pedí el brioche de pato mientras la cocinera decía: si cerramos a las 15,30 cerramos a las 15,30, se le dice que no y ya está. Obviamente esto incomoda a los clientes y detrás de este proyecto hay mucho trabajo como para que una persona lo tire todo por la borda haciendo sentir incómodo y tenso a las personas que van a este restaurante para conocer el proyecto. Por último la relación calidad precio muy buena: 96 euros entre dos. Totalmente recomendable, esperemos que la próxima vez sin comentarios.