Restaurante Gu2 en Bilbao

Es mi restaurante favorito. Siempre que puedo, “engaño” a alguien para ir. Y (casi) siempre pido lo mismo (y Alberto y Mónica, los dueños, lo saben): ensalada de bogavante (y algún otro entrante -adoro las navajas, las setas de temporada, almejas…-), rape y tarta de queso, aunque también he probado el chuletón (de locos), el mero… y todo está increíble. Es genial ir pensando que tomarás algo, como una gilda y un pintxo, y terminar cenando en la barra o en alguna de las mesas altas. Me encanta, además, que cocinen de maravilla, pero, sobre todo, que el producto sea tan bueno que no haga falta disfrazarlo. Es maravilloso. Para el vino… lo que Mónica recomienda siempre funciona. Recuerdan las cosas que me han dado a probar y las que más me han gustado. El trato es espectacular, son muy correctos siempre y muy cariñosos. Cada vez que llevo a alguien nuevo, el alguien se queda alucinado al verlo y entiende por qué siempre quiero volver. Es un sitio chiquitín y yo procuro ser selectiva con las personas a las que llevo, como si pudiera evitar que se descubriera el secreto.

Muy buena tortilla, el lugar es muy tranquilo un jueves por la mañana.

Qué agradable sorpresa venir aquí sin planes. ¡Pero eso es Bilbao y así es la cultura Pintxo! Precios increíbles y comida INCREÍBLE. Uno de mis lugares favoritos en Bilbao.

Pulpo y albóndigas perfectamente cocinados. Las croquetas también estaban muy buenas y el café con leche estaba impecable. El servicio fue amable y muy amable. En general, ¡la mejor experiencia de restaurante en Bilbao! Altamente recomendado.

Un lugar donde celebrar una ocasión especial, o simplemente si quieres comer bien. Ander el que nos a atendido a sido muy amable y atento con nosotros. Enhorabuena por el servicio!

Ojo! Local carito. Buen producto, pero ciertas cosas se encuentran en otros locales cercanos muuucho más económicos. Las nécoras están sobrevaloradas.

La comida está rica pero noté las raciones pequeñas (los pimientos eran mini y unas setas con una yema entre 4 personas...). No nos ofrecieron ampliar el número de raciones para no quedarnos cortos (algo que me sorprendió) y, al terminar de comer, nos supo a poco. Kolotxas algo saladas. Mollejas muy buenas (ración escasa). Vino muy bueno. El trato fue muy amable pero con sólo 8 personas en el comedor (tampoco entraban muchas más), tuvimos que esperar bastante entre un plato y otro. Sensación final agridulce... ¿Estuvo bien? Si. ¿Lo recomendaría? La verdad es que no.

Excelente, me pedí una ración de chirlas a la plancha con un vermut preparado, y ummmm, repetíre

hemos estado el viernes cenando, tercera-cuarta vez que estamos y la verdad muy bien como siempre la camarera que nos atendió un encanto!!! recomendado

Grata sorpresa que nos encontramos caminando por la calle. Cocina clásica, con mucho gusto. Compartimos unas setas con yema de huevo sobre una salsa exquisita, de la que no quedó nada porque rebañamos toda con el pan. Ensaladilla rusa de langostinos muy buena y un foie con gelatina de txakolí excelentes. De Segundo una urta a la espalda enorme y fresquísima. El único pero el postre, tarta de manzana, que no parecía hecha allí. Muy recomendable.