RESTAURANTE CERRO GORDO en Almuñécar

Realmente EXPECTACULAR tanto comida, trato y lugar

Un sitio con unas vistas espectaculares donde se respira el aire puro y la esencia de cerrogordo el límite entre granada y la herradura donde es muy fácil poder ver animales en su entorno natural como cabras monteses, ardillas, delfines y aves. La comida es espectacular tanto carnes como pescados, platos veganos alimentos aptos para Celiacos. Con un servicio inigualable y cercano. Si quieres un lugar romántico donde impresionar a alguien este es tu sitio. Mejor siempre con reserva para asegurarte que tengas tu sitio perfecto.

Espectacular. La comida, la música, el ambiente…Volveremos.

Hemos comido genial, un lugar privilegiado. Las vistas son espectaculares, el camarero Alberto muy agradable. Sin lugar a dudas volveremos.

Excelente lugar, comida y atención de Alberto

Antonio es una persona excepcional a la hora de atender a las personas. Es una maravilla ser atendido por personas tan profesionales.

Una pequeña joya idílica en medio de un paisaje impresionante: así se describe mejor el restaurante Mirador de Cerro Gordo en Almuñécar. Situado debajo del impresionante Mirador de Cerro-Cordo, se revela a los visitantes como un lugar verdaderamente pintoresco, de tranquilidad y relajación. Cuando estuvimos allí a finales de abril durante la hora del almuerzo, había un ambiente acogedor y tranquilo. La zona exterior con sus acogedores rincones nos invitó a detenernos mientras disfrutamos de la vista del impresionante paisaje. El establecimiento familiar nos recibió con gran calidez y simpatía; nos sentimos bienvenidos desde el primer momento. El menú nos sorprendió con una selección suficiente de delicias regionales y el vino tenía un sabor excelente. En definitiva, una auténtica joya que promete paz y relajación. Aunque el viaje implica un camino de montaña sinuoso con baches ocasionales, el pequeño esfuerzo se ve recompensado con una vista magnífica y una dosis de serenidad sureña. Además, está a tiro de piedra de Nerja (20 minutos en coche) y definitivamente merece la pena un desvío para aquellos que quieran dejar que sus almas se relajen lejos de las masas. Restaurante Mirador Cerro Gordo: Una pequeña joya idílica en medio de un paisaje impresionante: esta es probablemente la mejor manera de describir el restaurante Mirador de Cerro Gordo en Almuñécar. Situado debajo del impresionante Mirador de Cerro-Cordo, se revela al visitante un lugar verdaderamente pintoresco de paz y relajación. Cuando estuvimos allí a finales de abril a la hora del almuerzo, reinaba un ambiente acogedor y tranquilo. La zona exterior con sus acogedores nichos invitaba a detenerse mientras dejaba vagar la mirada por el hermoso paisaje. La empresa familiar nos recibió con gran calidez y simpatía: nos sentimos bienvenidos desde el primer momento. El menú nos sorprendió con una selección suficiente de delicias regionales y el vino tenía un sabor excelente. En definitiva, una auténtica joya que promete paz y relajación. Aunque el viaje te lleva por una carretera de montaña sinuosa con baches ocasionales, tu pequeño esfuerzo será recompensado con una vista maravillosa y una porción de serenidad sureña. También está a tiro de piedra de Nerja (20 minutos en coche) y definitivamente vale la pena desviarse para cualquiera que quiera relajarse lejos de las multitudes.

Es un buen lugar, un lugar para relajarse, un lugar elegante. Recomiendo este lugar a cualquiera que le gusten los lugares comunes.

Restaurante idílico. Atención por parte de todo el equipo súper cuidada. Todo el ambiente es precioso y los detalles están medidos al milímetro. Comida deliciosa. Fácil de llegar y aparcar en la puerta.

Renovación sorprendete !!!! Paré hace años y recordaba espectacular las vistas y ahora al volver a ir, he de decir que las vistas siguen siendo espectaculares y el servicio, comida, trato.... ha dado un giro MUY BUENO !!!! Nos atendió Luis y es un gran profesional como en pocos lados, aportando sugerencias, siempre con amabilidad, sonrisa con los más pequeños....y pendiente de las mesas en todo momento. La carta es variada para todos los gustos, yo me deje recomendar por el plato del día que eran migas y estaban muy buenas, lo mismo que el resto de los platos. Volveremos otro día para seguir probando otras alternativas y disfrutar de una puesta de sol. MUY BIEN TODO y ojalá sigan trabajando en la misma linea