Restaurante A Serra en Narón

En una antigua edificación que fue un aserradero, este restaurante mantiene parte de su carácter original, brindando una experiencia única y acogedora. Desde el momento en que entras, te sumerges en un ambiente cálido y rústico que invita a disfrutar de una experiencia gastronómica excepcional. La carta ofrece una amplia variedad de opciones para satisfacer todos los gustos, y siempre hay un par de platos adicionales fuera de carta para aquellos que buscan algo nuevo y sorprendente. La calidad de los ingredientes es inigualable, con una materia prima de altísimo nivel que se refleja en cada plato. Tuvimos el placer de degustar una selección de platos excepcionales. Los callos hechos en horno de leña eran suculentos y llenos de sabor, mientras que la pluma ibérica preparada también en horno de leña fue una delicia para el paladar. Los canelones caseros rellenos de carrilleras estaban a otro nivel, superando cualquier pasta que hayamos probado en restaurantes especializados. Los postres caseros fueron el broche perfecto para una comida excepcional. Queremos destacar la amabilidad y atención al detalle de Dámaso, el encargado de sala, cuyas recomendaciones fueron acertadas y cuyo servicio fue impecable. El tiempo de espera entre platos fue perfectamente calculado, permitiendo disfrutar de cada bocado sin prisa. En resumen, la comida fue espectacular, a un precio más que justo, y el servicio de sala fue ágil y diligente. Recomiendo este restaurante a quienes buscan una experiencia culinaria única en un entorno acogedor y con un servicio excepcional.

un poco caro para lo que comimos porque eran medias raciones pero estuvo bien ..los callos no nos gustaron

Un restaurante ideal para comer comida gallega a buen precio, con una calidad insuperable y un trato agradable. Toda la carta está buenísima, pero recomiendo sobre todo la oreja (la mejor que he probado, impresionante) y las croquetas. Existe la opción de pedir comida para recoger.

De lo mejor para tomar una cena tranquila, con buen ambiente,buen servicio o sea de diez

Atención inmejorable, la comida riquísima. No podéis iros sin probar los postres caseros. Todo de 10.

Llamamos a las 19h para reservar, y nos dieron mesa para las 20h30. Éramos 6 y 2 bebés en sus sillas. El trato es siempre excelente. La comida suficiente y muy buena. Con un toque sofisticado que mola un montón, sin salirse de lo tradicional. El jefe muy amable y atento, da gusto sentirse el bienvenido aunque sea tarde y a arrastro. Comimos de 10 todos y nos fuimos muy satisfechos.