Pasteleria Saul en Madrid

El super-heroe de los cruasanes. Que puedo decir de esta pastelería. Todo está buenísimo, todo. Las tartas, las empanadas de carne en hojaldre, jugosas y deliciosas, y todos los bollitos. Y, posiblemente tienen los mejores roscones de reyes de Madrid. Pero hay que hacer una mencion especial: los croissants, que llamaré cruasanes porque hay que llamarlos de otra forma. Una vez que has probado estos cruasanes, todos los demás te parecen pequeños, insulsos y caros. A un precio imbatible, deliciosos, enormes. Con los rellenos de chocolate, francamente, si te lo acabas de una vez, haztelo mirar, porque igual estás al borde del triple bypass coronario o de la diabetes. De verdad, con un croasan de esos desayuna una familia. No sé si alguien ha considerado el servicio social que hace esta gente. ¿Os imagináis un mundo donde la gente no pueda ir a este sitio a comprar croasanes u otras cosas así, de modo que todo en su vida sea tristeza, frustración, estrés, y ningún placer? En un mundo cada vez más anorgásmico, los bollos de Saúl son un pegamento social. Debería subvencionarlos el gobierno o algo. Por decir algo más critico, el local es pequeño y a veces las colas que se forman son enervantes. Pero, si consigues un croasan (a veces no es fácil, tienen demanda)o un roscón, habrá merecido la pena. Aunque, la verdad, el local contribuye al encanto. Eso sí, si vas de finolis y te gustan las cosas pequeñitas con churretes en el plato, no es tu sitio. Aquí todo es rico, contundente y deliciosamente generoso.

Muy completa pastelería de barrio con muy buenos horarios. Para mi el mejor Aragostine que he probado en España. Las empleadas dispensan un magnifico trato

Excepcional trato y riquísimos los minis bañados en almíbar. Los minicruasanes me recuerdan mucho a las mediaslunas argentinas

Deliciosos cruassant solos o con chocolate.Especiales,jugosos.

Pastelería de barrio cerquita de donde iba, buen trato y todo entra por los ojos, muy rico....

Pastelería tradicional. Muy buenos los mini cruasanes.

Pastelería de barrio. Imprescindibles los Saulitos, y en Navidad los roscones de Reyes. Buen trato y muy familiar. Recomendado

Pastelería de barrio. Imprescindibles los Saulitos, y en Navidad los roscones de Reyes. Buen trato y muy familiar. Recomendado

Fiel a ellos desde hace 10 años. Lo único que están subiendo los precios por demás. Los croissant rellenos salados, una exageración

Reseña para Saul Ctra. de Canillas. El roscón de Reyes ya no está tan rico, le falta sabor, agua de azahar, y 12 € el pequeño es caro. No merece la pena esperar en la cola más de una hora en la tarde de reyes. O se organizan mal, falta personal, o no preveen la venta de roscones. Por lo demás, los minis croisanes sin rellenar y rellenos muy buenos. La baguette también está buena. Atención normal.