Parador de Zafra en Zafra

Solo fuimos a to.ar un café, para poder verlo

Todo una maravilla, la suite es una pasada.

Como siempre, el trato excelente, la comida exquisita y el lugar precioso.

Es nuestra primera visita a Paradores e iba con algo de prudencia. Hemos estado dos noches y la experiencia excelente. Nos hemos sentido como en casa. Excelente atención en las cenas y desayuno. Resaltar la atención recibida en la cena, tanto en atención como en recomendaciones culinarias recibidas. Merece la pena subir a las almenas.

Días de Semana Santa, carta corta pero magníficos platos y postres, para disfrutar de la comida extremeña

Parador instalado en el Palacio de los duques de Feria, edificio antiguo y joya de la arquitectura del siglo XV. Tanto las zonas antiguas como las reconstruidas son dignas de visitar. Conserva en una capilla privada un artesonado mudéjar especialmente interesante y otro al que no permiten el acceso en la torre del Homenaje. Las habitaciones, como es costumbre en paradores satisfactorias al máximo y el personal atento a todas tus necesidades.

I❤️Paradores, no soy imparcial. Muy bien ubicado en el centro de Zafra, con aparcamiento público al frente (pago), el castillo, una preciosidad y buen mantenido. El servicio, al cotrario que otros paradores, para mi gusto, casi bien. El restaurante, excepcionalmente por esta vez, no obtiene buena nota.

Siempre que pasamos de viaje paramos en su cafetería,nos encanta disfrutar de su café con ese bizcocho tan esponjoso y un marco inigualable, somos clientes de paradores, nos plantearemos una estancia para la próxima

Impresionante, muy bien conservado.

Para empezar un poco de historia. El Parador de Zafra Duques de Feria se alza sobre un majestuoso castillo del s. XV, que comenzó a construirse en el año 1437 como residencia de los Duques de Feria. Espectacular fachada y un interior ilustre y esplendoroso, es un espacio donde degustar las especialidades más sabrosas de la cocina extremeña. Es muy recomendable también la visita de la mayoría de las salas y habitaciones señoriales y espaciosas, entre las que destaca la maravillosa “Sala Dorada” situada en el claustro superior, con los escudos de los primeros Señores y Duques de Feria, como indicadores de las épocas más gloriosas de la ciudad, con una gran terraza de uso exclusivo y una cama con magníficos cabeceros de madera tallados. Destacaria también la piscina y el jardín perfectamente cuidado, y el comedor acogedor donde podreis degustar los mejores platos con sabor a Extremadura, como la caldereta de cordero, las migas extremeñas, el bacalao dorado, la torta de queso de La Serena, el solomillo ibérico al queso(excelente )y, por supuesto, el jamón. En nuestro caso en concreto todo ha sido fabuloso desde el trato del personal, como la comodidad de las camas y por supuesto su cocina, el único pero la lentitud en la elaboración de los platos y la tardanza en servirlos.