Parador de Villafranca del Bierzo "Antonio Pereira". Restaurante Mencia en Villafranca del Bierzo

Hemos estado como en brazos! El personal de todo el Parador es excelente, las habitaciones cómodas, la cafetería/restaurante muy bien, y el desayuno exquisito

Personal muy amable, tanto en recepción como en restaurante.Habitaciones amplias, muy limpias y muy silencioso.

No tengo queja alguna de la habitación y el servicio, pero no entiendo que este hotel esté en la red de paradores. Pasé de largo porque pensé que era una residencia geriátrica. Y el interior y minúsculo jardín necesitan una mano amorosa de algún interiorista para conseguir hacer olvidar ese aire frío,vacio y desangelado.

La piscina del spa es un poco pequeña, pero todo lo demás fenomenal. Además dejan ir con mascota y estuvimos genial.

Parador perfecto para descansar por su tranquilidad, paisaje y buenas instalaciones. Atención exquisita muy personalizada, desde la recepción, hostelería hasta el servicio de limpieza. Moderno, muy limpio y perfectamente ubicado, para tenerlo como centro para desplazarte por los pueblos de alrededor. No se puede dejar de visitar la Herrería de Compludo y Puebla De Santiago, este último si el tiempo lo permite es una carretera de montaña y rural. Es uno de los paradores a los que sin lugar a dudas hay que volver de nuevo.

Excelente trato, profesionalidad, atención y un muy buen servicio. A destacar también la simpatia y cercanía del personal

Es la tercera vez que vamos y cada vez me gusta mas

Semana santa 2022. Buena ubicación, todo muy bien y el personal muy agradable y amable. El spa está bien. Pudimos dejar a nuestro perrito mientras nos relajábamos un poco en el spa. Genial. Volveremos. Semana santa 2024 hemos vuelto y muy bien lo mejor el personal, la calidad humana y el trato excelente. Lo único el spa se agradecerá algún tipo de control para que la gente no se eternice en el mismo y podamos disfrutarlo todos. Se metieron varios padres con niños pequeños y estuvieron toda la tarde. En fin nos quedamos con las ganas, ya que nosotros buscamos tranquilidad. Otra vez será.

Se trata de un parador remodelado completamente en 2011, y eso se nota. Situado en el mismo pueblo, lo que facilita callejear sin coger el coche (muy recomendable el paseo siguiendo el río Brubia, que estaba precioso de caudal con el deshielo). El pueblo muy bonito, con varios lugares en restauración (imagino que porque de junio a noviembre va a acoger Las Edades del Hombre). Salas comunes y servicios del parador excelentes, y mención especial al personal del comedor que, aunque de por sí suelen ser encantadores en todos los paradores, eran aún más amables y daba gusto conversar con ellos. La habitación era la junior suite del primer piso, la única que tiene bañera de hidromasaje (estupenda, con chorros laterales y en la parte inferior). Enorme habitación con vestidor y que da a 3 localizaciones (cierto que una es la zona de descarga del parador, pero no se escuchó actividad a ninguna hora). Muy recomendable. Tiene piscina exterior de temporada, piscina climatizada y sauna, aunque no fuimos a la piscina teniendo el estupendo jacuzzi en la habitación. Muy buena restauración. Los platos de las fotos: tarta de queso, filloa de marisco, botillo con chorizo y garbanzos, callos morros y pata con garbanzo pedrosillano, el arroz con sepia, rodaballo a la gallega, milhojas de verduras y las setas de temporada con huevo a baja temperatura. Todo buenísimo. En otra foto, el magnífico desayuno en la habitación.

Calidad/precio muy correcto sobre todo para clientes de corta estancia.