La Cupula en Alcalá de Henares

Durante nuestra visita a Alcalá de Henares, tuvimos la oportunidad de comer en el Restaurante La Cúpula. Este establecimiento se encuentra en el entorno cultural más emblemático de la ciudad, junto a la Universidad Complutense y el Teatro Cervantes, en una antigua iglesia que solía ser el Colegio-Convento de los Capuchinos. Es un marco incomparable para disfrutar de los placeres de la cocina tradicional castellana más deliciosa. La experiencia en el restaurante fue excelente: los camareros fueron amables y rápidos, y la comida era abundante. Además, el menú incluía bebida, postre y café. Nos encantó la experiencia culinaria. El restaurante está a solo 200 metros de la Casa de Cervantes y del Museo Arqueológico, lo que lo convierte en una parada ideal durante la exploración de esta histórica ciudad.

Cocina excelente, calidad. Local espectacular. Servicio fantástico, muy amable y eficiente. Baños al nivel del local.

Hemos celebrado una comunión allí y les damos 5* . No podrían habernos atendido mejor. Desde el primer momento , quisimos hacer cambios en las mesas y nos ayudaron con todas las peticiones. Enseguida entrantes , todo muy organizado en tiempo , los calientes perfectos d temperatura. Servicio de bebidas genial, muy atentos en todo momento. El 2 espectacular.carne súper jugosa y en su punto. La sorpresa de la tarta nos encantó, por no hablar de ese sabor tan peculiar que los buenos alcalinos recordamos a buen sufle .. y para terminar la terraza . Espectacular para terminar con unas copas !

Un lugar ideal y encantador para organizar comidas familiares o de amigos. La comida exquisita, el trato excelente un antiguo convento totalmente acondicionado cuidando del más mínimo detalle. La comida riquísima en general, sin duda un lugar al que volveremos sin dudarlo.

El trato ha sido espectacular, el ambiente, la decoración y la comida brutal. No tengo ni una sola queja, calidad-precio de 10

No me ha gustado nada. La comida era corriente y los precios caros y sin añadir el IVA que lo ponian al final de la cuenta que por otro lado, nunca se me ofreció, asi que no se cuanto pagué por cada alimento recibido Pedimos el Menu Cervantino en el que se compartian los primeros platos que consistian en varios entrantes cercanos a aperitivos. El foie no estaba mal pero parecia mas bien foiegras, el jamon normal, dos langostinos y un cogollo aliñado con vinagre que era superfuerte. A esto se añadieron tres o cuatro aros de calamares mal fritos (se desprendia la harina) y duros. El segundo fueron 5 chuletas y en mi plato una que era todo hueso. El entrecot lo trajeron sin preguntar como lo queriamos. Creo que los camareros fueron correctos pero en ese menu tan cerrado no pude cambiar el plato principal por uno de la carta. No lo entiendo. El lugar es muy grande, pero lo aprovechan demasiado, porque las mesas estan muy juntas unas con otras y apenas puedes moverte. La verdad del refran de quien mucho abarca poco aprieta se ciñe a este restaurante tan emblematico y tan explotado.

En general Mos ha gustado bastante pero hay que resaltar el BUEN Servicio y la amabilidad del personal que a pesar de estar lleno y con mesa de grupos grandes estaban pendientes del mínimo detalle . Un fuerte aplauso al personal de la Cúpula.

lugar bonito, pena que no nos sentaron en la iglesia sino en lo que debió ser la sacristía. pedimos el menú turístico que fue correcto excepto las milhojas, tanto del entrante como del postre que no estaban crujientes sino blandas y humedecidas, además de repetirlas en dos platos. el servicio muy bien.

Un placer de cena, la comida es muy buena, pero si hay algo que lo hace realmente especial es el trato de Maicol, un profesional de los pies a la cabeza. Da gusto sentirse tan bien aconsejada.

Una pasada, el servicio de diez, la comida espectacular, el trato de los camareros ejemplar, muy amables y profesionales. Especial mención a Maicol un artista de los pies a la cabeza con el tartar y con su excelente amabilidad y trato, sin duda se merece un reconocimiento por parte de sus jefes.