La Colomina en Isábena

Estaba todo muy bueno el servicio no podía ser mejor para repetir sin dudarlo

Un trato muy cercano y amable, como estar en casa.

No te creas que entras a un restaurante de estrella Michelin si no todo lo contrario es un caserío de labranza el cual no tienes ningún indicativo de lo que hay en sus bajos(con toda seguridad en tiempos remotos debió ser cuadra de animales) rehabilitado a salones de comidas.Vamos a lo que vamos, la comida , menú cerrado,no pides te van sirviendo platos de los productos que ellos mismos producen o de los vecinos ,comida totalmente casera y excelente con un trato afable y familiar. Un primer plato de arroz meloso de conejo muy especial(yo soy del levante alicantino y en arroces soy muy exigente) con el punto de cocción idóneo y un sabor a monte exquisito, seguido de lechugas,pero lechugas que saben a lechugas cortadas a groso modo con espárragos ,medios tomates, como antes , tomates que saben a tomates sobre una cama de pan tostado con jamón y rociado con aceite de oliva que producen con olivas propias y por plato final cordero propio no conseguí adivinar como estaba cocinado pero daba lo mismo buenísimo,yo para el cordero soy rarito pero me dieron en el paladar,y por último un flan de huevo con leche de cabra propia que estaba para estar comiendo flan toda la tarde todo ello regado con vino de somontano y licores varios.Si estos por la zona pruébalo no saldras decepcionado 25€ menú

Muy atentos y amables, comida casera, Gloria i pepito muy cordiales.

Como en casa, lugar acogedor, y trato familiar, comes a reventar, un menú con platos que tiene, te puede modificar alguna cosa, pero es como en casa, se come lo que hay cocinado, pero te puedo asegurar que no saldras con queja ni mucho menos con hambre. Buen pan , vino, postre, café,..y licorcito, que más se puede pedir... Ya no quedan sitios como este.

Yo allá que voy, adentrándome por una puerta a un espacio oscuro, cual lugar deshabitado se tratase, cuando de repente, aparece una mujer campechana, y muy amablemente me dice… “pasa hijo mio, enciende la luz y ponte cómodo”. Al pasar la puerta y encender la luz, me encontré dentro de un lugar muy antiguo, bonito y calentito. Ya vino enseguida la mujer y nos explicó en qué consistía su menú cerrado (no hay carta, no hay donde elegir) todo casero y muy rico, con su precio cerrado muy acorde a lo servido. Decir que repetiré en este lugar cuando vuelva a pasar, me hicieron sentir como en casa con una amabilidad inigualable.

dimos con este sitio de casualidad porque estaba de camino a Baqueira. La impresion inicial fue un poco rara, una granja con animales y algo descuidada. El restaurante era una sala tipo cueva. La sorpresa vino cuando la camarera empieza a traer platos y platos de comida, todo casero y rico. No habia limite de cantidad si querias repetir algun plato pero he de decir que la cantidad que te pone es abundante. La verdad es que comimos estupendamente. La atencion fue muy buena aunque un poco lenta, pero en general, todos quedamos muy contentos. El dia que vuelva a Baqueira, seguro que hare una parada en este sitio para volver a comer.

Restaurante masia de piedra, comida de la abuela.

Sitio para ir sin manías menú cerrado , comida de calidad , personalmente yo no soy amante de las verduras pero como estas hacía tiempo que no la comía , la tortilla de patatas , la verdura y los guisos e carne sin comentarios todo buenísimo , yo repito