Èter en Madrid

Comparto todas las reseñas anteriores y sólo comentar dos cosas: Estos hermanos están a diez minutos de su primera estrella Michelin. No tenemos que olvidar la profesionalidad y trato de Rodrigo y al personal de cocina que no vemos. Muchísimas gracias y volveremos a vernos en breve.

Nos ha encantado! QUÉ SABORES Y TEXTURAS! Además, el equipo súper amable y profesional. Todo con muchísimo cariño y muy bien explicado. Fuimos a por el menú corto y la verdad que no te quedas para nada con hambre (el platillo del calamar y los "callos del bacalao"... sigo llorando de lo buenísimo que estaba!!). Muchas gracias por la experiencia :))

Una cena fantástica y la atención de Rodrigo impecable. Volveremos en Mayo a probar el nuevo menú!

¡Menudo descubrimiento! Es un sitio maravilloso, la comida es una auténtica locura y el servicio, inmejorable. La cercanía del personal y cómo te explican todo es un valor añadido a la experiencia que hace que sea única. La verdad que estoy deseando volver y probar nuevos platos. 100% recomendable.

Si quieres disfrutar de algo diferente y verdaderamente bueno, no lo dudes Éter es el sitio. La atención y amabilidad de quienes lo llevan no pudo ser mejor. Lo recomiendo al 100 por 100

Menu degustacion.Me ha gustado mucho los platos.Geniales la elaboración.Volverė.Precio 80 euros por persona

Menú de primavera increíble. Producto, elaboraciones y servicio buenísimo. Un equipo de gente joven con muy buenas ideas y muy buen servicio. Recomendable 100%. Repetiremos

Teníamos ganas de ir desde hace tiempo y la espera mereció la pena. Un sitio increíble. El ambiente y el trato insuperable. Comimos el menú degustación con maridaje y todo nos sorprendió para bien. Unos platos cuidados, de calidad y todo riquísimo. Los postres nos dejaron boquiabiertos , unas combinaciones originales y unos sabores sorprendentes. No podría quedarme con un solo plato porque todo lo que comimos fue increíble. Volveremos.

Teníamos muchas ganas mi pareja y yo de probarlo, y salimos mas que satisfechos. La atención es exquisita desde que entras, hasta que sales. Atención personal muy muy buena, se adaptan a tus gustos/necesidades/alergias si las hubiera, una amabilidad, tacto, dulzura... pocas, muy pocas veces vista, denota que les gusta su trabajo. Son 2 hermanos, el Sommelier y el Chef, con un local pequeñito con 6 mesas, pero muy bien puesto y presentado, y cabe mención del WC, muy limpio, huele muy bien y con productos de muy alta calidad para higienizarse. Tienen 2 menú degustación, el corto y el largo, elegimos el corto y en nuestro caso salimos saciados. El menú es espectacular, indescriptible, maravilloso, una explosión de sabores pocas veces probadas, te van explicando los platos (la historia del plato, el por qué), algunos el chef, otros el sommelier con ese tacto y dulzura... te sientes como en casa, pero con una calidad brutal. Cada 2 meses y medio cambian de menú, volveremos seguro.

Cocina lírica en cada plato donde las elaboraciones y sus orígenes te cuentan historias de fondo. Como si pudieras leer 12 pequeños libros, 12 nada menos, y 3 caldos sorprendentes Petit-choux con brandada de bacalao te hace ponerte las gafas y seguir leyendo, el chawan de berberecho es tan divertido que me pareció escrito por Mark Twain y los espárragos con borrajas homenajeando a su panadero, por Juan Ramón Jiménez. Por fin un tartar delicioso y melancólico que me recordó a Zweig y la gallina pepitoria regado del sorprendente bobal de Cuenca, por Hemingway. Al surrealista Murakami lo encontré en un mundo mágico dentro de un helado de coliflor. Desde luego un mundo literario acompañado por un impresionante servicio, y perfección en las técnica. Excelente