De la Riva en Madrid

Excelente casa de comidas con gran variedad de platos y acual mejor. Además de una espectacular comida, el dueño es una pasada y los camareros súper amables.Es todo un espectáculo, la comida y el ambiente.

Comida casera rica. Servicio regular. Simpático local pero muy ruidoso. Imprescindible reservar

Espectacular casa de comidas. La primera vez que fui fue hace 20 años y cada vez que vuelvo me gusta más. El trato, tanto de Pepe como de los camareros, es excepcional. Tomamos (eramos 3) unos torreznos, patatas con rabas, bocartes con anchoas, callos, mollejas, migas con huevo, pecho de ternera y varios postres. Todo riquísimo. 50 € por persona con bebidas y café.

Me permito la licencia de reeditar mi publicación, no por empeorar, ni mucho menos, justo lo contrario. Fui antes de pandemia, disfruté y no tuve una queja, pero me gustaría actualizar porque ha pasado tiempo. He vuelto y ha sido mucho mejor, que delicadeza en la fritura y en el producto. Merece la pena probar sus entrantes. Volver a comer esa ensaladilla imperial que te lleva directamente a la de tu abuela, bendita nostalgia. Para continuar unas migas fuera de carta, riquísimas. Qué trato, Aquí entra Emilio, que bien entender al comensal, leerle sin molestar, hablar cuando toca, hacer la broma si toca, y sino, se la guarda, larga vida a Emilio, por favor. Creo que merece un respeto y una reseña, por lo menos por nuestra parte. La segunda parte perfecta. Merluza, mollejas, albóndiga y pecho perfectos y un final de fiesta que no debe pasar por el olvido el flan. Larga vida a este templo. Larga vida a de la Riva. Ojalá mis padres vuelvan a Madrid, porque estoy deseando llevarles a que os conozcan y disfruten.

Muy rico todo, muy buen servicio y con sorpresa si vais un domingo a las 15:00 aprox

Uno de los mejores restaurantes de Madrid. Te sientes como en casa por la atención por parte de Pepe, el dueño y de sus camareros. Relación calidad precio inmejorable. La carta, siempre excepcional, varáis en función del día. Recomiendo mucho su rabo de toro y la ensaladilla.

Cuando siempre que vuelves a un sitio tus recuerdos se renuevan y no te defrauda y la calidad sigue siendo de primera, el servicio cercano y cordial, el ambiente me sigue gustando y pase el tiempo que pases en volver que todo te sigue llenando, pues que más puedes pedir, a mi vale.

Hemos comido como un podemita recién nombrado alcalde. Comida de mucha calidad, personal amable, buen ambiente. Pedimos la ensaladilla rusa, las croquetas y el cebón gallego para dos personas. Para rematar la tarta de queso y la mousse de chocolate. Volveremos

Un grupo de amigos nos fuimos calentitos (por el alcohol) y contentos, pero pagando más de lo que creo que sería un justo precio. Como imagen del sitio castizo que es, yo diría que te dan una cornada de dos trayectorias. El trato es bueno, pero pagas más por lo mismo en otros sitios (echad un ojo a la foto de la cuenta que subo. Sin privarnos de nada fueron 100€/persona). Todo rico, si acaso las raciones son tirando a pequeñas: un segundo de riñones pusieron 5 sin acompañamiento y fueron 18€. Tuve que pedir unas patatas fritas que acompañaran. Una chuleta de vaca para compartir (1.200gr) a 70€. La frasca del vino de la casa a 19€. Lo dicho, la calidad de la comida y en el trato, no se le puede poner peros. Pero en las cantidades y en los precios...

Cocina española con todas sus variantes. Carne, pescado, verdura y cuchara, todos ellos excelentemente preparados. Muchos primeros tiene medias raciones para poder compartir. Aunque yo elegí carne de segundo probé el pescado de mi mujer y esta buenísimo. Para repetir.