Cruda Bar en Madrid

Deben mejorar la profesionalidad del personal. Es una carta muy particular que requiere conocimiento inmediato. Salón vacío dos mesas y no cambian los platos hasta que no llega el siguiente. Vinos muy caros. Platos escasos. No creo que repita

El lugar es tranquilo, al haber mucha gente pues tardan un poco en atenderte. El tema es que los platos son súper súper pequeños para lo que cuesta, una ración de oreja de 14€ como para que coma un niño de 5 años .

Un sitio con personalidad, vinos naturales y buen ambiente

Tuvimos la suerte de encontrar una mesa al aire libre en un domingo soleado y desde el momento en que nos sentamos quise amar este lugar. La camarera fue acogedora y recomendó un vino que era tan bueno que terminamos pidiendo una botella. Pedimos un par de platos para compartir a un precio de 14 cada uno y, aunque la comida estaba muy rica, la relación tamaño/precio de la porción era terrible. Me encantaría probar el menú completo aquí, pero el precio de los platos debería rondar las 9, no 14. Teníamos 4 trozos pequeños de calabaza en un plato y unas cuantas rodajas de remolacha en el otro, no 28 de comida. Es una pena porque me hubiera gustado que este lugar fuera un lugar frecuentado habitualmente. ¿Valor por dinero? Lamentablemente no . ¿Volvería? Sí, pero no con tanta frecuencia como me gustaría y definitivamente no con mucho apetito. ¿Punto álgido? La señora que nos atendió fue encantadora y el vino y la comida deliciosos. ¿Punto bajo? El precio de la comida.

El sitio para tomar vinos en el barrio y pedir unas raciones de calidad. Lo del torreznos es un desfase del copón. No esperes un vino normal y corriente ni algo para salir del paso, está gente sabe muy bien lo que se hace. Referencias que no encuentras en otros sitios y de calidad.

El sitio se encuentra alejado de los sitios de moda, pero tiene, posiblemente, la mejor carta de vinos naturales de Madrid. Para acompañarlos hay una selección de platos creativos, de temporada, que no te deja de sorprender a cada bocado. El torrezno es un fijo del menú, muy rico. Te aconsejo dejar un hueco para el postre, son excelentes, y acompañados de un buen vino, mejor aún. Dispone de terraza y un interior minimalista con cocina abierta y una excelente insonorización, que permite que aunque esté lleno el ruido no interrumpa la conversación.

Resumiendo y siendo directos a lo que interesa, la comida está muy buena, buenas presentaciones y sabrosa, raciones tirando a bajas por el precio al que se cobran. La Gilda cobrada a precio de 3'5 no lleva ni aceituna ni piparra, (aludiendo a la respuesta del local, no habia encurtido en la nuestra, o por lo menos si se considera encurtido el trozo de menos de 1cm de pimiento rojo sinceramente ni lo mencionaría)...deja mucho que desear, se puede salir del concepto de una Gilda clásica, pero por lo menos que sorprenda con los otros ingredientes y se corresponda con su precio, muy alejada de una buena gilda. La media tabla de quesos se queda muy corta, teniendo detalles tales como poner dos trozos de una variedad siendo tres personas en mesa...es algo que denota poca atención y hace quedar mal al local, ya que un trozo más de queso no les supone un coste perjudicial pero si una opinión bastante negativa del cliente. La berenjena muy sabrosa y de textura perfecta. Los buñuelos de corvina muy bien en sabor y textura pero alguno más en la ración no hubiera pasado nada y la entraña de final muy bien hecha, se queda escasa la guarnición de kale que viene con ella...son los pequeños detalles que hacen que al final salgas un poco molesto. Con respecto a la carte de vinos, tienen una variedad y un fuera de carta bastante bueno pero al final no te compensa cuando debes pagar para cenar un porcentaje tan caro cuando diez metros mas abajo tienes otros locales con serie competencia. Deben quizás o aumentar cantidad o rebajar precios para que sea realmente justo en nuestra opinión y no salir con una sensación agridulce que hace que finalmente no repitas con disgusto. Precio final pagado por comensal 37€.

Buena comida y ambiente agradable

¡¡Menudo descubrimiento!!Nos llevaron unos amigos y nos ha encantado, una pasada de lugar. Vinos naturales súper originales y únicos. El dueño encantador, gran consejero y sabedor de vinos y la comida buenísima, con opciones vegetarianas. Dignos de mención la berenjena y los pimientos, ¡exquisitos! El ambiente muy pero que muy agradable y todo perfecto. Volveremos seguro. Ha sido una gran sorpresa encontrar un lugar así. ¡Muchas gracias!

El tamaño de las raciones algo escaso considerando el precio