Bar Can Sulayetas, San Miguel, Ibiza en Sant Joan de Labritja

El nobre esta mal escrito asta el punto que duelo a la vista. No hay que ser catedrático para saber que en Ibicenco se escribe cono y latina y los plurales terminan SIEMPRE con "ES". Además que el número viene de "Solei" 🌞, por lo tanto se... "SOLEIETES". No puedo creerme que nadie se lo haya comentado. Duele a la vista y son faltas de ortografía nivel guardería. Algo es lo que hable cada uno que me parece muy respetable, pero si se pone un nombre ibicenco que esté bien escrito al menos. Psdto. Sois unos cracks y lo haces de P.M.

Bonito restaurante local, con buena comida y un ambiente agradable a buen precio.

Pequeño restaurante super coqueto perdido en medio de la nada, con auténtica cocina casera. El martes tocan sardinas a la brasa, una auténtica delicia. ¡Gran descubrimiento!

Comimos, lugar muy agradable la comida bien, la relación calidad precio muy correcto, teniendo en cuenta los precios de la isla, el servicio muy bien.

Sitio apartado y con mucho encanto. Buen trato, buena calidad y precios muy buenos para la isla.

Super amigable sencillo y muy bueno.

Lo encontramos por casualidad y vaya sorpresa. Unas carnes a la brasa de calidad a unos precios razonables para lo que es Ibiza. De postre no hay que perderse la mouse de queso con nueces y miel. Y las chicas que hay el fin de semana no pueden ser más agradables

Un ambiente agradable y buen servicio a un precio ajustado

Este pequeño y coqueto restaurante está situado en una calle tranquila que conecta Sant Miquel y Sant Mateu. Realmente no es un lugar al que irías normalmente. Pero allí, siguiendo esa carretera, encontrarás el acogedor restaurante Can Salayetas. No es un lugar turístico, pero eso es lo que lo hace tan divertido de visitar. Cuando supimos que los martes sirven sardinas decidimos almorzar allí. Nos instalamos en la acogedora terraza. Y sí, efectivamente el menú incluía sardinas por 18€ el martes (y hamburguesas por 10,50€ el jueves). Pero para nuestra decepción supimos que las sardinas sólo se sirven durante la temporada, en este caso a partir del 1 de abril. Entonces tuvimos que tomar una decisión diferente. Afortunadamente, la carta ofrece ensaladas, montaditos con diferentes aderezos, pizzas y platos de carne y pescado. Al final elegimos la pechuga de pollo con patatas fritas y el bistec con patatas fritas. Generoso y delicioso. 15,50€ y 17€ respectivamente. Lamentablemente nos quedamos sin espacio para el postre. Un lugar acogedor con una terraza encantadora donde sin duda volveremos por las sardinas.

Sitio muy familiar. Nos trataron estupendamente, la comida, a pesar de ser sencilla era buena y estaba bien hecha (las patatas fritas estaban bien hechas, son finitas y crujientes). El tiempo de espera quizás fue un pelín largo, pero era domingo a medio día y estaban hasta arriba de gente. Recomiendo reservar con antelación. 1 refresco, dos aguas con gas, un agua grande, pan con all i oli, pechuga de pollo con patatas y ensalada, bocadillo de queso y un platito de patatas, 38€.