Casa Rufino en Isla Cristina

Casa Rufino es uno de esos sitios de toda la vida, que ha sabido adaptarse a los paladares actuales más exigentes, y que es muy difícil que te defraude. La carta combina platos muy reconocibles para los paladares menos arriesgados con platos realmente sorprendentes que no habrás probado en ningún otro lugar, como la maravillosa lasaña de bogavante, en donde el ingrediente más delicioso es el que menos te esperas (no seré yo quien haga el spoiler). Los cocineros muestran una gran creatividad a la hora de tratar la materia prima, que por supuesto es de primerísima calidad. Además de la lasaña, probamos las croquetas de corvina, simplemente deliciosas por su suavidad, y un tarantelo de atún rojo a la plancha exquisito, pero después de conocer el estofado que hacen con las espinas del osobuco de atún, no hay duda que este será el plato que probaremos en la siguiente ocasión. El personal que nos atendió fue muy amable y atento, sin resultar empalagoso. Decidimos sentarnos en la terraza, y la brisa que nos acompañó durante toda la comida fue la guinda que hizo que nuestra experiencia fuera realmente excelente. La relación calidad/precio es buena, así que repetiremos con total seguridad.

Trato muy familiar y cercano. Precios asequibles para la relación calidad-precio. Calidad exquisita e innovadora en sus platos.

Mejor trato imposible. Increible relación calidad/precio. Todo riquisimo. Nos tratan como si fuesemos de la familia, ya hasta tengo acento isleño... Espectaculares las croquetas de pargo y corvina, las cigalas en tempura o las coquinas. Sin palabras ese pescado al horno con verduras asadas. La tarta de queso y las natillas caseras de Jesús Zaiño cierran tan memorable almuerzo….

Buen restaurante. Las porciones son pequeñas pero bastante caras. Pero sabía bien.

Un clásico que no falla! Nos llevaban nuestros padres de pequeños... Ahora seguimos siendo clientes

Un buen lugar para comer atún, trato muy agradable y buen servicio.

La cocina es muy buena aunque los platos son más bien degustaciones. No me gustó nada que nos trajesen las botellas de vino abiertas y a medio llenar...