Los mejores restaurantes de cocina mediterránea en Baza

9 restaurantes en GastroRanking

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8,2
833
Opiniones

Meson Los Moriscos


Baza
13/04/2024: Buen servicio y rápido. No te ponen tapas pero el resto es genial.
11/04/2024: No estado dentro paso por la calle

8,2
647
Opiniones

Cuevas Al Jatib


Baza
07/04/2024: Restaurante magnífico y a buen precio Hamman muy interesante pero caro, un poco más de limpieza .. Cueva 3 está para cerrarla o una buena reforma, no hay agua caliente, mal acondicionada, bombillas en el techo, camas cutres. Ante nuestra reclamación han sido comprensivos y han respondido bien...empleados amables, simpáticos y atentos...muy bien!! En general presenta un aspecto un poco decadente y dejado
06/04/2024: Experiencia nefasta. Visitamos las cuevas hace 5 años y estábamos ilusionados con volver. La sorpresa es que ha cambiado de gerencia. Todo horrible, sucio, totalmente abandonado y estropeado, cero mantenimiento. Lo peor de todo, la cueva sucia, las toallas viejas, los pomos de las puertas rotos, lleno de moscas… los colchones viejísimos y no te puedes duchar porque no hay presión. Una tirada de dinero, nos fuimos a las 9.20 y ni siquiera pudimos tomar un café porque estaba cerrada la recepción y el restaurante…ponía un teléfono para llamar y no lo cogieron… una decepción tremenda. Es una pena haber hundido un sitio que tenía tanto encanto . No volveremos.

7,9
917
Opiniones

La parra


Baza
17/04/2024: Restaurante con comida buena, el servicio es bueno y cercano. En cuanto al ambiente deberían de tener cuidado con la puerta de la cocina, ya que acabamos con humo y olores en todo el comedor. En general la experiencia fue buena.
15/04/2024: La comida exquisita, menú calidad precio muy bien, totalmente recomendado. El pollo a la naranja del menú espectacular.

7,7
409
Opiniones

Meson Siglo XX


Baza
25/03/2024: Comida casera y muy buena, mejor trato imposible, como en casa! Recomendable al 100%
03/03/2024: El precio del menú del día lo vimos caro, 15€. Las raciones son justitas en cantidades...las patatas bravas estaban crudas por dentro y demasiado picantes. El ambiente, la iluminación y la decoración podrían mejorar.

6,4
113
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Restaurante Leyenda


Baza
04/01/2024: Hemos comido dos menús, el primer plato, eran judías de bote y el segundo, las pescadillas y las patatas eran congeladas, el pollo al horno tenia unos cuantos días. El menú con un cortado nos ha costado 12,20€. La verdad que ha sido una experiencia poco agradable y no volveremos más. Creo que por ese precio podrían hacerlo un poco mejor, por lo menos si lo comparámos con otros restaurantes de la zona.


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7 Monjas


Baza
05/11/2023: Cuando vas a un sitio del que te han hablado bien, tienes, como mínimo, ilusión. Ilusión de lo que te vas a encontrar, de la presentación, de los sabores. Ya hay un primer traspiés cuando ves la carta: los precios. Estos precios de inflación desmedida (cómo lloramos con la pandemia y cómo estamos recuperando y multiplicando los beneficios a espuertas). Y es que no hay plato que baje de los 16 €. Bueno, piensas, esos precios serán sinónimo de calidad. Siguiente error. *** Lo que viene a continuación dista mucho de ser irónico o hiperbólico. Considérese como una descripción hiperrealista de los desagradables hechos acontecidos en un domingo en apariencias apacible y agradable *** Pedimos: 1. Atún rojo en escabeche: trajeron cuatro mazacotes de atún. Al ver el plato ya suenan los primeros soplidos y rebufos. Da pereza a la vista. Parece que tu hermanillo chico ha hecho la presentación con trozos de plastilina. Al cortarlos, lo encuentras duros. Y al meterlos en la boca, congelados. Ante el asombro le preguntamos a la camarera si ese plato es así, a lo que nos dice que puede presentarse en caliente, en frío o a temperatura ambiente. A nosotros nos tocaron gélidos. El plato se hace cuesta arriba, dejas de tener ganas de vivir y rezas por que todo pase lo más deprisa posible. Dejamos 2 trozacos de plastilina, dijimos que nos lo guardaran por favor para llevar a casa y al irnos los dejamos allí adrede. No queríamos sufrir de forma gratuita (bueno, por 18€). Un error en la elección lo puede tener cualquiera, dices para consolarte. 2. Cazuela de gambas al ajillo: aquí reconozco que parto con un gran hándicap en micontra: las gambas al pil-pil de mi padre no tienen parangón. Pero bueno, haciendo gala de los productos frescos y de proximidad que anuncian en el lugar, quizá recuperara la ilusión con este plato. Otro error. Las gambas eran traslúcidas, dejando ver a su través el fondo de la cazuela, de aspecto acuoso, deshinchadas, igual que cuando de estudiante cogías el paquete de gambas congeladas y las echabas directamente a la sartén... Ese aspecto... ¡Cómo nos maltratábamos y cómo nos maltratan ahora! Nada que ver con los gambones pletóricos, congestivos, rositas, aterciopelados, que se abren al calor de las brasas de mi papá y nunca quieres que se acaben. 3. Solomillo al Jerez: otro plato que te sume en la desesperación y en la desgana nada más que con la presentación. ¡Esto si es hiperbólico! (el plato, la presentación). Los lomos de solomillo naufragan en un caldo que les termina por ahogar. Los solomillos lo saben, se saben perdidos, y dejaron de nadar porque también perdieron la ilusión. No quieren una lenta agonía. Se acompaña de otro plato aparte de como unos 5 kg. de patatas, frías por fuera, ardiendo por dentro, con un sabor a mantequilla que me recordaron ligeramente a las patatas belgas y reconozco cierto gusto de obeso por ellas. El solomillo, redondeado como cortado a máquina, con sus bordes de grasita y esa tierna textura me hacen mucho recordar a esos 4 medallones de solomillo de cerdo que se pueden adquirir por poco menos de 3 € en un supermercado de marca muy conocida que empieza por MERCADON-. 4. Momento del postre: no teníamos ya la más mínima esperanza. Pero de perdidos, a la mar, como dijo un pescador. Pedimos tarta de queso de Oreo. Literalmente (¡literal!) la tarta es la prefabricada de polvos de la marca Royal (encima servida con la misma "sugerencia de presentación" que viene en el cartón del producto industrial). En mis tiempos mozos me alimenté mucho de ellas, de estas tartas industriales e insalubres, cuando me creía chef y era más pobre que las ratas de Tailandia. Era mi postre estrella para llevar a las casas de los colegas donde nos emborrachábamos como cubas y terminábamos tirando estas tartas perniciosas por las ventanas. ¡Y hasta los vagabundos desdentados y famélicos que pasaban por abajo preferían mearse en ellas a comerlas! Mis arterias sufrieron de lo lindo con ellas, pero gracias a este nada avergonzado abuso me ha permitido poder diferenciarlas a la perfección a kilómetros de distancia, y he aquí, mucho tiempo después y tras un durísimo periodo de desintoxicación, que vuelvo a dar con ellas. ¡Un despropósito! ¡Una tomadura de pelo! ¿Qué contestar luego a cuando te preguntan qué tal el postre? ¡Pues un descaro, señora! ¡Un descaro! 5. Bebidas: una cola zero, un tercio de cerveza, y lo mejor de todo, una jarra de agua del grifo y que todo llega a su fin, por muy horrible que sea. Cuenta: 67 €. Es lo que cuesta comer SIN ILUSIÓN. Nos la robaron a pulso.


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Los Alamos


Baza

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