Tripea en Madrid

Menú espectacular. Hay que ir sabiendo que vas a comer en un mercado con ruido y gente, pero también le da su gracia a la experiencia. La comida es de 10... todos los platos brutales

Adelanto que no soy muy amigo de todo lo que suene a fusión “japo-peruana”; de hecho me llevaron sin avisarme y cuando empecé a escuchar la palabra ceviche y a saberme la comida a soja empecé a mosquearme. Dicho esto, hay platos en los que suenan los violines, dignos de un cocinero que aspira a estrella Michelin y otros bastante discretos o poco sorprendentes. Lo de aceptar arroz con leche como animal de compañía todavía me cuesta un poco, por mucho empeño que pongan en darle un bonito envoltorio. El vino excelente, la ostra “top”, la carrillada muy bien cocinada, el servicio correcto y el espacio mejorable aunque hoy en día ya estamos muy acostumbrados a comer de cualquier manera y en cualquier sitio. De 10 para posturear en Instagram. Nota final: la cuenta la pagó mi hermosa mujer y se cabreó conmigo porque no me gustó (hasta el punto de castigarme esa noche sin el delicioso) pero ella sabe de sobra que no soporto el cilantro y que las salsas orientales me acaban casando. La próxima vez que avise 😜

Todo de 10! Hemos probado el menú degustación y cada plato era más delicioso que el otro. Además, comes muy bien y en un ambiente desenfadado, que para nosotros ha sido lo mejor.

Ambiente encantador y gran servicio. Tenía muchas ganas de amar la comida y llevamos mucho tiempo intentando conseguir una mesa. Desafortunadamente, la mayoría de los platos fueron fallados para nosotros, las ideas del plato eran realmente prometedoras pero la ejecución carecía de equilibrio (en nuestra opinión). Pensamos que algunos de los sabores eran abrumadores e hicieron que el plato fuera un poco enfermizo (especialmente la porción final de carne y los fideos con mejillones). Sin embargo, nos encantaron las ostras shitake y el ceviche de atún. Me alegro de haberlo probado, aún así pasamos una agradable velada, pero no creo que volvamos a ir de nuevo, lamentablemente...

¡Sí, debes probar este resy! La comida era fantástica y el servicio era muy atento a mi alergia alimentaria.

Cena para cuatro en la única mesa baja de la que dispone el local. Con eso, evitamos la barra alta compartida pero uno debe saber a lo que viene: cenar en un mercado, el deambuleo constante de gente, ambiente bullicioso... Nosotros ya lo sabíamos y no nos importó. Menú único que reforzamos con unas ostras (única sugerencia fuera del menú) y con el que te quedas muy bien: ni falto de nada más ni excesivamente saciado. Cocina elaborada, con gran cantidad de ingredientes en cada plato, fusionando cosas de aquí con la cocina nikei (peruano japonesa) y con alguna nota de autor como el ceviche caliente que no nos acabó de convencer. Echamos en falta más pegada y, por supuesto, ese punto picante tan característico en la cocina peruana. Apenas perceptible. Aún así, buena experiencia reforzada por una oferta de vinos bastante singulares y un servicio cercano y muy eficaz.

Excelente experiencia gastronómica, sabores que sorprenden en platos sofisticados. Merece mucho la pena todo en general, para nosotros lo mejor fue el ceviche de atún, el siao mai, el bao y el arroz con leche, pero todos los platos están muy ricos y a un muy buen nivel. Las ostras no entran en el menú, tienen un precio de 6€ por unidad y si quieres probar una, te diría que elijas la de mango, es más original. El caldo que ponen de aperitivo también está riquísimo. Repetiremos en cuanto cambien el menú.

Comida sorprendente, original y muy sabrosa. Si te gusta probar sabores nuevos, tripea es el sitio. Trato excelente.

Ubicado en el mercado de Vallehermoso, en uno de los barrios más castizos del corazón de Madrid, Es una experiencia gastronómica que te deja con ganas de volver. Es un menú a 8 tiempos de comida fusión con influencia peruana, delicadamente elaborados con excelente presentación y exquisito sabor. Debes reservar ya que solo atienden a un reducido grupo de comensales. Comes en una mesa alta con varios comensales y al mismo tiempo, en cada plato te van describiendo el origen de los ingredientes y la forma más adecuada de degustarlo. Los ceviches, el bao, el dumpling, la carrilera, no podría decir cuál fue el mejor de los platos. La atención del personal es impecable y la cocina a la vista te demuestra el porqué de su alta calidad. El Ambiente que se vive en el mercado es encantador.

Menú de 8 pases con sabores muy distintos a los que puedas encontrar en otros lugares. Servicio muy bueno y atento. La única pega que tienen la música muy fuerte en el local.