Restaurant Cal Pau Xich en Font-rubí

Por una de las puertas de salida (por la que no entramos) anunciaba que tenían menú, es decir, nos enteramos cuando nos íbamos puesto que nos dieron directamente la carta y no dijeron nada del menú. Un poco caro, dos personas con un solo postre nos costó 88 euros. Los segundos las carnes frías.

Como siempre, una relación calidad-precio increíble. Totalmente recomendable para comer platos típicos del territorio a un precio contenido.

Comida perfecta y bien de precio

Un menú muy completo con todo incluido, primeros a compartir muy variados, segundos a escoger, postres, vinos, cava y cafés.

La calidad de la comida bastante bien calidad/precio. Falla el personal. Atienden mal.

Sabor: 8/10 Presentación: 7/10 Atención personal: 8/10 Local/ambiente: 7/10 Precio: medio A destacar: Fuimos a comer un sábado. No hay menú y se pide a la carta, lo que hace subir el precio. La comida está buena. Tienen comida típica catalana y carnes a la brasa.

La comida decepcionante, las judías que acompañaban a la butifarra eran hevidas sin ningún tipo de condimento ni salteadas. La escalivada que acompañaba a la butifarra negra muy rica de sabor ,pero muy escasa (una mini tira de pimiento rojo y una mini tira de berenjena. A su favor decir que te ponen porrón de moscatel y músico (frutos secos) como postre de forma gratuita.

Lugar muy genial y todo muy correcto y quedé parado de la cantidad de gente que almorzaba allí un sábado por la mañana

El local ofrece un menú más que correcto y una buena carta, es de los de toda la vida .Nada que objetar con los ágapes que ofrecen. El problema es que en primer lugar van muy justos de personal es un negocio familiar y se nota que van justos. Pero el problema principal es creo dueño, con barba y bastante antipático. Lo es con los clientes, nada de amabilidad o la justita y lo es con los empleados a quien se puede ver como les grita y dice de todo y nada agradable en plena sala. Van deshuesados y repito cortos de personal. Yo llegué a verle entrar a gritos en cocina, pues mi mesa estaba cerca de la entrada a cocina. Lo mismo con los camareros, nos atendió una vez una chica de color y era encantadora, pero se notaba la desagradable presión que tenia del dueño. Eso hace que la experiencia final baje puntos y muchos. Incluso le vi chillar a una señora muy mayor en la entrada, que debe ser la madre o abuela. Un efecto super desagradable. Cada vez que voy ya me preparo para ver el espectáculo y no falla nunca, y no es un espectáculo agradable. Eso sí la cocina, es de notable. Comer, se come bien. Juraría haber ya escrito alguna crítica siempre positiva por su cocina, pero creo tras mi última experiencia, dejar caer estos serios problemas que cualquiera cliente mínimamente observador, se da cuenta.

El restaurante sirve muy buena comida, pero el servicio al cliente siempre vive retrasado, hay poco personal. Es un negocio familiar