O Refuxio Merza en Vila de Cruces

Un gran descubrimiento, éramos un grupo de 8 y quedamos encantados. Relación calidad-precio extraordinaria, la atención y el servicio muy bien, el camarero que nos atendió muy profesional. Lo recomendaría al 100%

Encontramos este tesoro oculto en una excursión a la fervenza do Toxa. Fuimos 8 persona y a todas sin excepción nos pareció un sitio extraordinario. La comida riquísima, bien presentada inmejorable relación calidad precio. El camarero que nos atendió en sala de 10, absolutamente profesional, con un trato exquisito en todo momento. Los postres una locura. El local precioso, no le falta un detalle. Repetiremos seguro

Los camareros muy atentos me sentí como en casa y Natalia nos atendió genial de 10

Ambiente muy agradable, camarero encantador y con personalidad, muy buena comida. Teníamos la paella de galo que a mí le vendría bien un poco más de sal pero por lo demás estaba perfecta. Croquetas, Croca y Secreto también estaban muy buenos. Los postres estaban bien. Un poco caro para la zona, pero razonable para un regalo especial.

Paramos a comer después de visitar a fervenza do Toxa. Local muy nuevo y limpio. La atención perfecta y la comida muy rica. Quedamos encantados

Un ambiente ideal y comida sabrosa y abundante. El personal muy atento y lo hacen un lugar muy recomendable

Excelente en todos los aspectos!!

Hemos ido a una reunión familiar y se nos ha entendido espléndidamente! La comida riquísima con platos típicos de la zona. Es muy acogedor y te sientes como en casa!

Ya he ido varias veces a este lujoso Restaurante, comida riquísima con una atención de lujo, da un plus de calidad cuando está su dueña Natalia que no deja nada al azar

Anteayer hicimos un almuerzo en este restaurante, local que elegí por las críticas positivas que tenía, olvidando analizar previamente las negativas, que muchas veces ayudan más a descubrir si compensa o no ir a ese sitio. O Refuxio es un restaurante que sorprende en ese entorno rural, sobre todo porque está bien decorado, con mesas y sillas de muy buena calidad. Fallan algunas cosas, como que en la mesa no pongan mantel, ni tan siquiera alguno de esos individuales que, obviamente, si los pusieran, no podrían ser de papel; también sorprende que en invierno, en un día soleado pero frío, en la montaña pontevedresa, no esté la calefacción encendida. Son pequeños detalles que se deberían cuidar. No se come mal, la verdad es que no, pero hay algunas cosas que son francamente mejorables. Detallaré los platos y mi opinión sobre un almuerzo para tres personas: - Pan: buena calidad, pero escaso y caro. 3,90 euros. - Agua: en botella de la casa, lo que hace suponer que es de agua de grifo, quizá depurada (no sabía a cloro), pero al fin y al cabo agua de grifo embotellada por ellos mismos. Cobrar 2,20 euros por una botella de “agua de casa” nos pareció excesivo. Muy excesivo. - Empanada del día: creo recordar que era de atún. La verdad, excelente. 7,50 euros. - Secreto de cerdo a la brasa: Correcto, sin nada más que reseñar. 14 euros. - Arroz con gallo de corral: El gallo ligeramente escaso, igual que el arroz, con una excesiva cantidad de aceite que hacía que algunos granos flotaran en él. Y el precio, para la cantidad, alto. 35 euros para dos comensales. - De postre, dos torrijas: excelentes, sin lugar a duda lo mejor del almuerzo. 5,5 euros cada una. Resumiendo: no estuvo mal, pero el precio pagado, 79,70 euros, fue alto para lo recibido.