Naif en Madrid

Bar/hamburguesería moderna con paredes llenas de arte urbano y una ubicación muy top y oportuna. Cuando era estudiante solía beber latas de cerveza en la plaza San Ildefonso con mi colegita Driss, y siempre entrábamos a usar sus aseos porque son de lo más original. Baños Unisex, espaciosos y con las unas paredes llenas de graffiti que cuentan más historias que el abuelo en Navidad. El ambiente del bar bastante chill, con muy buena vibra y el personal estupendo y despreocupado. La comida tiene buena pinta, pero lo mejor, sin duda, son sus baños. Cabinas con doble inodoro y doble diversión! Muy útiles después de compartir yonkilatas y cigarros con tu colega en la plaza, ya que a escasos metros de nuestra base de operaciones, brindaban la oportunidad de profundizar en el vínculo afectivo-fisiológico compartiendo evacuaciones simultáneas de tú a tú. Hace poco volví por la mañana al escenario de nuestras juergas estudiantiles y me tomé un café de especialidad en el Naïf. El café era crema, pero... ¡qué pena Madrid! Ya no hay gente sentada en corrillos, ni venden latas en la plaza de San Ildefonso. Y para más inri, mi compadre Driss, felizmente casado y emigrado. Visité solo un baño hecho para dos. Aproveché para llorar la ausencia de su taza mientras buscaba una vieja pintada nuestra en la pared.