Moltabarra en Palma de Mallorca

Vermú casero muy rico. Ambiente agradable. Decoración alternativa. Eché en falta más música. Lo de los casettes, muy peculiar.

La verdad es que no era lo que esperaba....la comida pasable pero nada del otro mundo, la decoración peculiar (poca luz) y el ambiente bueno si vas a tomar unas tapas y unas cervezas o vermut....

Lugar animado pero demasiado ruidoso. A veces las tapas pueden estar buenas y otros días están frías y sin sabor. Buen lugar para ir con amigos, pero más recomendado para beber y no comer.

¡Lugar asombroso! ¡Qué ambiente tan original y divertido! La comida es excelente y los precios muy buenos con buenas porciones. ¡Nos encantó!

Acogedor bar donde poder comer y beber. Delicioso vermú que se pide en la barra y los miércoles, jueves y viernes hay actuación adjunta. Es muy lindo que hayamos podido experimentar eso.

Un bar tanto hermoso! Recomendado por cenar comida deliciosa y tomar vermut casero, y cerveza fresca. El staff muy agradable.

Un gran lugar para pasar una velada.

Sitio mítico en Palma, buen ambiente, céntrico, el personal es de 10, pero últimamente tanto los precios como la calidad de la comida deja bastante que desear; no digamos ya si pides unas patatas bravas con cabrales, donde el cabrales te dará para 3 patatas y media. Es una pena, llevo yendo desde el 2008 y creo que cada vez me cuesta más volver.

Buena comida y muchas opciones vegetarianas, excelente servicio, local emblemático, acogedor y encantador, ¿Quien da más?

Odio las cenas de Navidad, por ellas pierdo la felicidad. Como mínimo hay comida, una emoción positiva. En Molta Barra cenamos juntos los del trabajo, hay uno que me cae como un navajazo. El local parece obra de artista itinerante, me dejó sentado y delirante. Un caos me pareció el servicio, pero son fiestas y es un desquicio. Si quieres comida de la carta espera que te vea el camarero, si pintxos deseas hacia la barra levanta el culo con esmero. Si pintxos quieres lleva el monedero, porque apoquinas al instante con tu dinero. De la carta bravas y croquetas, las de jamón son perfectas. La salsa de las bravas era picantosa, mi lengua se quedó pastosa. Me bebí una pomada, que no emborracha nada. Algunos pintxos también probamos, a muchos el aprobado damos. Otros eran secos como mi zapato, por haberlos recalentado mucho rato. Pero a mí me enamoró el postre delicado, soy un gourmet al dulce entregado. La tarta de queso es tan particular que su recuerdo me hace salivar. Es de las mejores que he probado y soy un catador versado. La recomiendo muy contento, más que la vida en un convento. Creo que volveré solo por esta tarta, por su dulzor mi corazón infarta. El brownie también paladeé, su heladito de vainilla caté. Más me gustó la tarta de queso, tal vez por eso soy obeso. Volveré por ti, tarta amada, y con una compañía más deseada. Prueben esta delicia de pastel, soy el Gourmet Culto y como sin cuartel.