Mediterraneo en Castelló de la Plana

He venido con 3 amigos y a todos nos ha parecido perfecto. Para repetir

Número uno de Castellón, tienes una acogida muy as graduable, la comida muy selecta en un ambiente relajado y muy agradable. Nadie como vosotros, muchas gracias por disfrutar de vuestra casa.

Buscábamos un buen sitio para comer y después ir a ver Manolo García en concierto y vimos este restaurante con buenas reseñas. Para empezar el trato fue fabuloso, nos contaron como era el arroz a banda y nos decidimos a probar la forma como lo cocinaba que era de forma distinta a lo que habíamos comido. Comenzó con dos primeros riquísimos que era una tostá de aumado y luego una alcachofa rellena de sepia. Luego el arroz a banda, que primero era la patata cocida,rape gallinera y pulpo con una capa de allíoli, espectacular. Luego vino la paella en si, y esto es la pega que tuvimos. El arroz está ba duro y un poco salado, le faltaba 5 minutos de cocion, es el único pero que le pongo a la experiencia. Luego el postre muy rico. Volveremos de todas formas a probar otros arroces

Un placer para el paladar, un rincón acogedor, con una profesionalidad y amabilidad exquisita GRACIAS

Fui a Castellón y me recomendaron este restaurante. La experiencia fue inmejorable. Tanto la atención de Antonio y del resto del personal, como el arroz a banda que comimos, merecieron la visita a esta ciudad. Sin duda, un gran acierto; de esos sitios entrañables que te dejan buen sabor de boca en todos los sentidos.

Simplemente excelente. La atención, la comida, la experiencia... Pedimos un arroz de chipirones y ajos tiernos que jamás olvidaremos. Los entrantes que pedimos también eran espectaculares. Repetiremos con otro arroz, sin duda.

Excelente servicio, calidad de producto y elaboración y calidez humana. Negocio familiar en donde se nota que “cada día es una nueva prueba” (frase robada al maitre). Sin dudas el mejor arroz que comí en mi vida.

No se puede uno ir al chalet celestial sin antes hacer una paradita en este templo de la cocina

Antonio, el jefe de sala de este restaurante, maneja el arte de hacerte sentirte como en casa a la perfección. Su equipo de apoyo no ha sido menos! Me aconsejo muy bien cada plato. El aperitivo ha sido genial, sorprendente y delicioso: un especie de cocktail con eneldo muy logrado. La sardina flambee es un plato tanto rico como espectacular. Las espardeñas con alga y cebolla caramelizada es un plato muy original. Las navajas, las mejores que probé en mucho tiempo. El nivel de atención ha sido tal que accedió, a pesar de no hacer raciones individual, a ofrecerme un arroz con pulpo calamar y carabinero. Unos platos ingredientes divinamente preparados. Pero en cocina, el chef sobrepasó la dosis de sal lo que tiró por tierra todo la excelencia del plato. Bien evidentemente, han reconocido esta equivocación y se me ‘compensó’ por ello. Eso demuestra el alto nivel de consideración por sus clientes, y les estoy agradecido. No quita el hecho que volveré con mucho gusto.

Ya habían pasado seis años de la última vez que estuvimos en este buen restaurante y para llegar a el tuvimos que salir de la autopista y recorrer 15 kms. para llegar a el, pero valió la pena, ya que como en las anteriores ocasiones comimos muy bien, además disfrutamos de la simpatía y amabilidad del Sr. Antonio. Muy recomendable