La Villa en Níjar

Excelente servicio, especialmente por parte de una joven camarera que hablaba perfecto inglés y explicó el formato del menú. La comida era deliciosa servida en un bonito jardín.

En pleno agosto, con todo reservado dan un servicio de 10. Ha sido toda una sorpresa, hacia tiempo que no probaba unos platos tan diferentes y buenos, el personal super amable, siempre atento y ofreciendo recomendaciones. Por último si os queda hueco para el postre probar la torrija, esta increíble…. Si visitas Aguamarga no dudes en ir.

El ambiente y el servicio del restaurante fueron correctos, los platos no estaban mal (comimos 3 entrantes: jamón ibérico, burrata y col con salsa de miso y anacardo), pero la relación calidad-cantidad de los platos no justifica el precio que pagas por ellos. Hay que tener en cuenta que este restaurante está en Agua amarga, una de las zonas más exclusivas y el restaurante cuesta en consonancia. Pagas más por la zona que por los platos. No me ha convencido y no iría de nuevo.

¡Maravilloso! El restaurante te sorprenderá desde el momento que entres. Todos los detalles de decoración, simples y seleccionados con un gusto exquisito, te harán sentir en un ambiente cautivador en cada uno de los espacios de La Villa. El menú es una explosión de sabores mezclados con productos locales preparados de una forma que deleitarán tus sentidos. Y si combinamos todo lo anterior con el trato amable y simpático de cada uno de los miembros del equipo, harán de esta una experiencia única. Totalmente recomendado.

¡100% recomendado! ¡La recomendación de Michelin se confirma con una cata personal!

Muy buen restaurante con comida fusión súper original y gran amabilidad del servicio. La berenjena está espectacular. El cordero muy sabroso y con las ciruelas le da un toque dulce estupendo. Los pimientos del piquillo, el tartar con aguacate, las torrijas. Todo está delicioso y la ubicación es estupenda. Mejor reservar. Volveremos 100x 100.

Tercera vez que voy a este restaurante. Es una oferta gastronómica que hace todavía mejor el pueblo de Agua Amarga. Nos hizo un día de viento muy fuerte pero tuvieron mucho cuidado de ponernos en un techado que tienen fuera y estuvimos muy cómodos. El servicio es excelente, el camarero nos aconsejó muy bien. Totalmente recomendable los piquillos y las vieiras. El entorno es muy bonito, sobre todo si vas de noche. Se nota que han puesto mucho cariño en el proyecto.

Experiencia regular. El sitio es bonito, el servicio amable y la comida rica pero sin ser extraordinaria. No ponen aperitivo mientras esperas. Solo pan con un aceite muy rico. Los platos muy caros, especialmente el arroz fuera de carta (no nos informaron del precio) que pidió mi marido era más una tapa que un plato. Por mucho que sea de caldo de gamba roja, que no había ninguna en el plato, la cantidad de arroz era una burla y fue el plato más caro que pedimos, 28 eur. El arroz no es un artículo de lujo, que yo sepa. Tenía dos trocitos de pulpo. Mi marido, que no es de mucho comer, tuvo que pedir otro plato, era como una ración para un bebé, ni eso... El rodaballo rico, pedí que no se pasara, pero salió crudo, son dos cosas distintas, el salmonete rico pero un poco pasado... en la carta ningún vino de Almería, pero preguntamos y tenían. No se entiende que no figuren en la carta los vinos ricos de la zona. Dos gambas rojas 24 eur. Total, más de 130 eur sin postre y sin café y salimos con hambre. Fuimos torpes a la hora de elegir la mesa y teníamos un altavoz encima. Pedimos que bajaran un poco el volumen del disco de Gloria Stefan, cosa que hicieron amablemente. Terminó el disco y cuando empezó el mismo disco de nuevo les pedí por favor que cambiaran e incomprensiblemente quitaron la música de nuestro comedor, pero no de los otros. En fin, solo volvería si alguien me dice que las raciones han aumentado... no veo el precio justificado para nada. Y encima mi rumboso marido dejó 5 eur de propina.

La comida buenísima, pedimos la berenjena asada con mojo de remolacha y estaba espectacular. El cordero tierno y muy sabroso, las ciruelas le daban un toque dulce exquisito. Las vieiras con bacon, originales, pero no las recomiendo tanto como los otros platos. De postre elegimos la tarta de manzana y muy bien también. El servicio excelente y el entorno muy agradable!

Comida rica. Buena elaboración y con productos de calidad. Explicación de la elaboración de los platos. Personal amable. La cantidad justa. Es más para probar sabores que para comer.