La Pradera Restaurante en Comillas

Restaurante 100% recomendable. Comida espectacular, platos muy cuidados y de muy buena calidad. Nos encantó todo lo que pedimos y el trato inmejorable, sin duda repetiremos en más ocasiones. Enhorabuena a Mónica y Borja.

Cocina de autor de una calidad excepcional y un precio muy ajustado. Totalmente recomendable

Un lugar tranquilo y acogedor además de espectacular por los paisajes..la comida y el trato de 10..lo recomendamos 100%..

Los huevos poche espectaculares! El bacalao y los chipirones de 10! Totalmente recomendable. La atención espectacular! Volveremos seguro!

Simplemente espectacular. Recomiendo al 100 % este restaurante. Quedamos gratamente sorprendidos. Mi marido y yo comimos el menú del dia 25 de diciembre y superó con creces nuestras expectativas. Buen producto, buena elaboración, presentación y sabor. La tosta de sardina ahumada riquisima, los huevos poches trufados sublimes, y en realidad todo el menú. El lugar, pequeñito y acogedor. Gracias por ese menú tan especial. Verónica

Mucho mejor de lo que esperaba 👏👏

De 10 La Pradera!! Comida cocinada con cariño producto local buenísimo y la atención sublime. Nos encanta y disfrutamos cada bocado. Las albondigas de rape espectaculares!!! Mónica y Borja mil 🙂 🙂 gracias

Localización, comida y la atención de Monica han sido espectaculares!!!!! Nos ha encantado, un acierto asegurado.

Pequeño y acogedor, la comida sencillamente espectacular, probamos las sugerencias del día: garbanzos con langostinos y bacalao, albóndigas de rape y gambas, huevos poché con setas y trufa impresionantes y una tarta de queso caliente con manzana y helado original y deliciosa. Buena selección de vinos y una relación calidad precio imbatible. Volveremos pronto.

La Pradera es una de esas inesperadas joyas que uno se puede encontrar en Cantabria. A escasos 5 minutos de Comillas, la cocina de Borja y Mónica, con productos locales y un magnífico saber hacer, superó nuestras ya altas expectativas. Todo un lujo a una buenísima relación calidad precio a la que ha de añadirse el amable trato de Borja y la dulzura de Monica, que nos han hecho sentirnos como en casa. Un descubrimiento.