La Olla del Chocolate en Madrid

Hola buenos días como siempre me tomó yo y el resto de mis compañeros un chocolate con churro y exquisito y el servicio excepcional un 10.

Un lugar en Carabanchel para desayunar churros y porras, recién hechos. Están buenísimos, a buen precio y con un personal muy amable y rápido. El café te lo sirven con una galletita, por lo q si solo te tomas un café, te sirve como un snack. El local tiene a su vez terraza aunque cuando llegué estaba completa y desayuné dentro del local. En definitiva un lugar donde desayunar rico a un buen precio

Cuando están recién hechos, estos churros son de los mejores del barrio, la pena es que hay muchas horas a las que no hay churros recién hechos y como siempre, si te los ponen fríos de hace dos horas, son churros de satán. Hay algunos camareros majísimos y otros que parece que les falta escupirte, pero hay más de los majísimos. La sala de arriba está genial para ir con niños porque no se te pueden escapar y meriendas muy tranquilo aunque se levanten de la mesa.

Estuvimos un grupo grande y nos atendieron super bien. No dejaron la parte de arriba para nosotros y nos trajeron aperitivos. Mención especial a Reina, la camarera que nos atendió.

A pesar de la atención del personal, la comida está deliciosa. Los churros y las porras buenísimos. Sin embargo, la atención del personal no es la mejor. Es entendible que un día malo lo pueda tener cualquiera, pero una sonrisa no le hace mal a nadie!! No obstante, seguiré yendo dado que la comida es excepcional

Buena comida, servicio algo desconcertante. Estábamos alojados en un Airbnb cercano al local, y nos llamó la atención nada más verlo, puesto que parecía una churrería bastante antigua con una pinta irresistible. Empezaré diciendo que la comida nos encantó, excepto los churros, que para mí gusto son algo delgados y poco azucarados, el resto estaba estupendo. Las porras nos parecieron más acertadas y el chocolate a la taza muy bueno. Desayunamos y terminamos bastante satisfechos. Lo que nos desconcertó fue la actitud de uno de los camareros. Miradas muy desafiantes desde que entramos, bastante mal educado a la hora de tomar nota y servir los platos, que nos dejó "caer" sobre la mesa con mala gana. Algunos camareros hablaban como si estuviesen en el bar tomando algo y a la hora de cobrar nos trataron como si fuésemos ovejas descarriadas. No todo el personal fue desagradable, pero me veo obligado a dejar constancia de lo ocurrido, por si sirve de algo de cara al propietario del local. No tengo fotos de lo que pedimos porqué no estuvimos a gusto, y a pesar de estar todo muy bien, el ambiente no acompañó. Este sitio tiene un encanto y un potencial increíble, y a pesar de lo comentado anteriormente, lo recomiendo. El día empieza mucho mejor con desayunos como los que ofrece la Olla del Chocolate.

Son amables y la calidad-precio, está bien.

Desde que entré, me cautivó el aroma embriagador a chocolate fresco que impregnaba el aire. Pedí una porra y unos churros, y debo decir que fueron los mejores que he probado en mucho tiempo. La porra estaba crujiente por fuera y tierna por dentro, y los churros eran simplemente deliciosos. Pero lo que realmente me sorprendió gratamente fue que ofrecieran chocolate sin lactosa. Como alguien intolerante a la lactosa, es difícil encontrar opciones de chocolate caliente que pueda disfrutar plenamente, pero aquí pude hacerlo sin preocupaciones. Sumergir los churros y la porra en ese chocolate sin lactosa fue una experiencia celestial. Además, el ambiente acogedor y el servicio atento hicieron que mi visita fuera aún más memorable. Sin duda, volveré una y otra vez a disfrutar de esta delicia sin preocupaciones.

En varias ocasiones nos han visto en las mesas de afuera y no nos prestan servicio, ni siquiera sale alguien a preguntar si nos han atendido o informar si hay o no servicio, la comida es muy buena pero el servicio desmejorando

Muy buen servicio ofrecido por Juan y los capuchinos a parte de ser accesibles para todos los bolsillos están muy buenos.