Restaurante italiano de alto nivel. Decoración jovial, pero típica italiana con clase. Refrescante spritz, acompañado de crujiente y sabrosa focaccia, servido con salsa pesto casera. Ossobuco derritiéndose en el tenedor, acompañado de vigoroso arroz canaroli al azafrán. Risotto de burrata, con tomates secos y panceta servido en una cazuela con un toque de sabor. El tiramisú sin gluten dejó mucho que desear. Pero en general, una experiencia muy positiva, en un restaurante italiano con clase y buena marca. ¡en Badajoz!
Guilherme Coelho
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29 Abril 2024
10,0
Después de probar varios restaurantes en España dónde comprobamos lo que muchos dicen, que la atención en España es deficiente o derechamente mala, nos resultó grato y nos hizo sentir cómodos recibir en este lugar una atención de mucho mejor calidad, se notó la actitud de servicio del equipo, desde que te saludan, hasta cuando te llevan los platos a la mesa, los que llegaban a tiempo y eran dejados con delicadeza sobre la mesa. En general la atención fue buena, por lo que dejamos propina como se acostumbra en nuestro país, el garzón se sorprendió y nos dijo lo que ya sabíamos, que en España no se acostumbra a dejar propina, lo que nos hizo pensar, quizás si se dejara propina, el servicio sería de mejor gana.
Para comer Pedimos “Giganti de cordero”, el cual gozaba de sabores excepcionales, capaces de complacer a cualquier paladar y que invitan a repetir la ocasión. El punto de cocción de la pasta y su temperatura eran los correctos, la presentación era un tanto rustica y muy distinta a la exhibida en la fotografía de la carta, sin embargo, el plato lucio limpio y la comida bien acomodada a excepción de una gota de salsa que se escapaba del resto, nada grave, solo un punto a mejorar.
Probamos también “Lasagna di carne”, el sabor estuvo a la altura de las expectativas, se sentía el sabor a tomate fresco lo que la hace menos empalagosa que otras preparaciones que hemos probado, el gratín de queso que la coronaba estaba a buena temperatura y le aportaba sabor, lo que nos llamó la atención fue que la preparación “flotaba” en una especie de sopa de tomate, no me atrevo a decir si esto es un error de la preparación o una variante de la misma, si bien el sabor era agradable hacía que la lasagna se deshiciera en la boca producto de tanto líquido, dependiendo del gusto esto puede ser un plus o un contra, para nosotros no paso de una curiosidad.
La presentación era correcta, platos limpios, aunque levemente saliéndose por un costado, una vez más, nada grave, pero sí un punto a mejorar.
Los postres fueron un helado de mascarpone, con melocotón (durazno) y algodón de azúcar, sin dudarlo un buen postre, ignoramos si el helado es fabricado por ellos o comprado, de ser lo primero felicitamos la textura y el sabor, de ser lo segundo, postres comprados no suman a ninguna propuesta gastronómica.
El otro postre fue “Tarta de queso”, aquí si se perdió todo lo ganado en las performances anteriores. El postre claramente venía directo del refrigerador a la mesa, con todo lo que ello significa, temperatura inadecuada y textura apretada producto del frío, lo que por cierto incumple con la suavidad ofrecida en la descripción de la carta, lo probamos, pero no lo comimos, seguro el postre a la temperatura correcta debe ser un acierto, lamentablemente no pudimos comprobarlo.
La cuenta fue de 50 euros para 2 personas, lo que nos parece gama media.
En resumen, un buen restaurante, con puntos a mejorar, nada que logre empañar la experiencia y desechar la idea de volver para seguir probando otros platos. Sin duda volveremos, pues ya vimos que platos se nos apetecen probar en una segunda visita.
Z346KYandream
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15 Enero 2024
8,0
Fue la primera vez q fui y nos trataron genial, fui con compañeras de trabajo, nos atendió María súper maja y atenta aconsejandonos en todo momento, tienen un vino blanco buenísimo, recomiendo el entrante de queso provolone y de comer rissoto de boletus y el de carbonara, la pizza prosciutto también buenísima y relación calidad precio genial
Bea_84125
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17 Diciembre 2023
10,0