Inclán Brutal Bar en Madrid

Nicolle es muy buena mesera excelente servicio, super atenta, muchísimas gracias por hacer de nuestra experiencia algo muchísimo mejor!!!

Es un restaurante idílico en Madrid, buena decoración buen ambiente con dos salas bien diferenciadas , aunque hay muchas mesas para el espacio que hay en éstas. La comida está riquísima y la presentación es maravillosa, repetiría sin duda. Me encantaron las zamburiñas y el risotto de pato, buenísimo. Y los precios de los platos son muy asequibles. La coctelería es brutal la presentación y están buenísimos, un poco cara para ser una vaso de tubo dentro de una pieza de cerámica, pero dentro del rango de precios dado que nos encontramos en el centro de Madrid

Servicio muy bueno y la comida excelente , lo recomiendo.

Universo poco convencional súper interesante. Más allá de la puesta en escena y de los platos ultra originales, la cocina es muy buena.

Local en el centro histórico de Madrid con un marcado estilo ecléctico. Recomendado si quieres pasar una velada diferente a lo habitual. Encontramos a un DJ pinchando y a un personaje enmascarado entre las mesas. Tanto los cócteles como algunos platos se sirven dentro de cabezas de cerámica que representan personajes famosos o figuras u objetos de animales. Muy divertido e instagrameable. Más allá del lado espectacular, los cócteles fueron perfectos y tuve un tartar generoso y muy bueno. Gran relación calidad/precio, de media gastamos 27 euros cada uno.

Divertido restaurante, con una decoración extravagante y actuaciones musicales muy castizas en vivo. Se come bien, la comida tiene un toque moderno, internacional en algunos casos, y viene servida en platos muy originales. Raciones generosas. Se pueden pedir platos contundentes, como una lasaña o un arroz, u otros más propicios para compartir, como las riquísimas zamburiñas o sus excelentes croquetas. Los postres bien. La música ambiente está un pelín alta, cuesta un poco mantener una conversación. Precio aceptable, teniendo en cuenta la calidad y el espectáculo.

Una experiencia imprescindible en Madrid. Fue el primer restaurante que visitamos y cumplió con las expectativas.

Un lugar diferente, con una relación calidad precio brutal como su nombre indica, nos ha encantado, sobre todo la atención de Najat, pendiente en todo momento de que no nos faltara de nada, recomendamos al 100%

Estuvimos el fin de semana del puente. Pedimos pulpo que estaba muy bueno, las zamburiñas tenían una salsa que estaba brutal, fue lo que más me gusto. El servicio es muy agradable y bueno. Nos gustó mucho.

Hoy hemos vuelto después de algún tiempo. Éramos 9 y celebrábamos un 18 cumpleaños. Me parece un ambiente muy majo para celebrar una mayoría de edad. Nos hemos divertido mucho. Me ha gustado ver nuevos cócteles y conocer los que no llevan alcohol: el del Mandahuevos es divertidísimo. Todo lo que hemos probados nos ha gustado pero creo que eso ya se sabe: tienen muy claro lo que hacen, el espectáculo que aportan a los platos... No me ha gustado que, hoy que venían personas mayores, los asientos de banco corrido no son cómodos y yo creo que no han estado muy bien ahí y el que estaba en la cabecera de la mesa estaba casi empotrado en la mesa. No ha sido muy confortable. La música también nos ha gustado mucho. Las personas que nos han atendido agradables. Un poco de lío en la mesa con tanta cosa. Hay que tener en cuenta que siempre hay que reservar con antelación y que dispones de 2 horas para ocupar una mesa. Hemos pagado alrededor de 350 euros.