El retrogusto es mío en Valle de Egüés

Hoy ha sido cena en familia y como siempre espectacular. Hemos comido (tal cual y copiado de la carta): Guacamole casero Fingers de pollo Burger Mutiko con patatas Antiburguer Asierito pollo frito con patatas Bocadillo Antiguo Bocadillo Retro Postres Crack Pie Brownie con helado aparte 1 descafeinado solo Todo acompañado de cerveza totalmente acertada para adultos y lo que pedían las peques. En resumen: aún habiendo gente y estando bastante lleno, atención espectacular y atención personalizada, se puede hablar en la mesa sin tener que gritar, se escucha la música y el ambiente espectacular. Además de comida totalmente artesanal, puedes comprar para llevarte a casa todo de los que hayas bebido o te aconseje Ana, que sabe un montón y más. Ojito, si quieres disfrutar del bar conviene reservar pues hay demanda. Para repetir el lugar siempre que se pueda. Es un acierto sin duda para cualquier ocasión.

Sitio super chulo y la comida deliciosa!!

Buenas cervezas y comida excelente. Acabamos con un palo cortado expectacular que nos recomendó. Repetiremos seguro

brutal, las mejores cervezas, nachos espectaculares, ademas son encantadores!!

Una buena atención al cliente y un muy buen ambiente en el local. Todo estaba buenísimo. Su salsa huicaína increíble, también. Quizás como sugerencia podrían añadir alguna guarnición junto con la hamburguesa con el fin de completar el emplatado.

El mejor lugar de Navarra para beber cervezas y vinos de calidad.

Muchos vinos ricos donde elegir. Diferentes. Y cervezas. Comida rápida pero de autor, casera.

Un sitio diferente para salir de la monotonía, buena comida y degustacion de vinos y cerveza, por poner un pero diría que es un poco caro en comparación con los bares adyacentes.

El bar que todos queremos tener al lado de casa. Vinos, queso ... y un trato estupendo.

Un lugar maravilloso, donde nada más entrar te sientes como en casa. Destacaría los quesos, la cerveza o el vino pero lo mejor sin duda es su staff. Le ponen cilantro a casi todo pero es algo que casi se puede perdonar porque tienen la bondad de quitarlo si lo pides. La mantequilla con lima y cilantro que sirven con los quesos confirma la frase de Paracelso que la dosis hace el veneno: no se nota en absoluto y por lo tanto está muy rica. Volvería cada semana si no tuviese este local a 400 km. de casa.