El Baruco de Anero en Ribamontán al Monte

Hemos ido varias veces, señal de lo a gusto q hemos estado. El trato del personal es exquisito. Y los platos de 10.

Llevamos yendo al Baruco desde que lo cogió Cris Periscal, y sin duda es uno de nuestros ( si no el más) restaurantes favoritos de Cantabria. El servicio impecable, la comida de 10… esas croquetas, como son??? Y todo está buenísimo. La terraza es preciosa y el interior también. Para mí es una delicia ir siempre a comer allí… como si estuviéramos en casa

He ido a cenar con mi pareja y mi hijo de 8 años y a los 3 nos han encantado todos los platos que hemos probado. El brioche, las albóndigas con salsa de apionabo, las croquetas, el ravioli relleno,...todo estaba increíble y con una combinación de ingredientes que sorprende! El camarero que nos ha atendido ha sido muy amable y nos ha explicado uno a uno cada plato. Lo recomendamos sin duda y volveremos pronto para probar el menú degustación que tienen.

Muy buena experiencia, aunque nos equivocamos de día al hacer la reserva, pudimos cenar. Platos muy elaborados y diferentes, servicio muy profesional, trato muy amable, terraza cómoda y entorno bonito. Hemos pasado un rato muy bueno.

Cenamos muy bien, lo que más me llamó la atención es la juventud de los tres cocineros, pero no veas cómo cocinan de bien. Espero que sepan tener siempre ese equilibrio entre precio y calidad.

Restaurante monísimo con terraza y zona interior. Todo buenisimo. La croqueta de cocido, la albóndiga, el brioche, el arroz meloso con gamba roja y tuétano, la coliflor con mejillones y curry, los cogollos con anchoa y parmesano. Todo espectacular. El postre tipo banoffee muy rico también. La tarta de queso creo que es mejorable, un poco más cremosa estaría bien, menos cuajada. El servicio fue súper amable desde el principio. Aceptan perros en terraza y en interior, y se puede reservar online. Le pusieron un bowl de agua y chuches a mi perrita. Súper recomendable. Volvemos siempre que estamos por la zona.

Fuimos un sábado de Semana Santa, dos personas a la 1,30pm. Viento sur y temperatura agradable. El pueblo de Anero es pequeño pero informal, lidera su iglesia que está junto al restaurante. Al llegar disfrutamos de unas cervezas y después pasamos a comer. Unas opciones deliciosas, se nota que trabajan por pasión, difícil de encontrar estos días. Las croquetas de sabor único, el arroz muy intenso, la coliflor exquisita, en fin que todo muy rico y un servicio muy amable y familiar. Leticia, la encargada un encanto. Lo recomiendo de verdad, muy agradable y sorprendente la experiencia. Volveremos

El restaurante es recogido pero cuida los detalles y es muy agradable. La atención es muy amable y cercana. Muy atentos. Y los platos, deliciosos!! Sin duda volveremos! Nos quedaron muchas cosas sin probar! Gracias!

Camareros super atentos, comida de calidad. Comimos de picoteo: croqueta, hamburguesa, tartar , picaña y tofu de postre. Todo muy hueno. Muy contenta, repetiré seguro 😊

Fuimos a comer cuatro amigos. Nos atendieron en terraza, la cual dispone de un telón de plástico por si las condiciones climatológicas fuesen adversas. Estuvimos muy cómodos. El servicio de reservas muy bueno y el personal que nos atendió también muy amable. Respecto a la comida todo rico y diferente, aunque es cierto que ningún plato lo catalogaría de excelente, pero sí bueno o muy bueno. Las raciones normales tirando a pequeñas. Pedimos picaña a la brasa: rica, de buena calidad, ración de tamaño normal, quizá algo caro para los 23€ que cuesta la ración. Continuamos con arroz de gamba roja, 24€. El arroz en su punto. 2 tartaletas de sofrito 8€ (ricas, pero pequeñas), croquetas de cocido a 2,20€ la unidad, también ricas pero precio elevado y dos brioches a 15,50€. Ricos, con un buen bollo y sabor a mantequilla. Y también pedimos un huevo a 8,50€ que estaba rico, aunque los hemos probado mejores. De beber un refrescos a 2,50€, dos botellas de agua grande a 3€ cada una, una botella de vino blanco savignon blanc southern oc. de nueva zelanda a 24€ que estaba maravilloso. De postre un toffe de plátano y cacao y una tarta de queso a 6,50€ cada uno y finalizamos con tres cafés con leche a 1,80€ la unidad. La unidad de pan la cobran a 1,50€. En total para las cuatro personas, 168,20€. En resumen: comimos bien, atención buenísima, local acogedor, pero también se nos hizo algo caro.