Del Tinto al Odiel en Aracena

Lo que más me ha costado ha sido decidir qué recalcar más, si la exquisita comida, el ambiente familiar o el magnífico trato por parte de Vicente y su mujer. Nos llevamos un recuerdo 20 sobre 10 y muchas ganas de volver.

Quiero comentar, que en este bendito restaurante no sólo sirven de comer, también saben dar experiencia culinaria. Han sobre pasado expectativas en cuanto a reseñas. A seguir en la línea y a disfrutar los éxitos, que os lloverá. Gracias , gracias y gracias. Por atención, servicio y calidad.

Nos a encantado la comida , el ambiente y el personal , muy atento y amable

Buen servicio, la comida bien de calidad pero poca cantidad para el precio tan alto. Tras comer allí no te sientes muy pesado para subir al castillo! XD

Lugar perfecto si te gusta comer bien el solomillo esta espectacular las patatas bravas increíbles un 10 sin duda muy recomendable comer en este lugar.Los postres madre mia impresionante.

Un sitio excelente para comer con un muy buen producto y de muy muy buena calidad. Definitivamente un sitio para repetir muchas veces! Recomiendo muchisimo el secreto de cerdo!!

Fuimos mi mujer y yo a comer el sábado, 6 de abril y la verdad es que cumplió las expectativas que tenía al respecto de este lugar, del cual y desde el principio, me gustó hasta su nombre. Con respecto a la comida en si y al servicio tengo que decir que me parece excepcional Se trata de un negocio pequeño dirigido por un matrimonio y su hija (quién suplía a una de las camareras) y he de decir que lo hacen con mucha profesionalidad. Es una opción ideal, en mi opinión , para saliros del bullicio y del turisteo típico y céntrico de Aracena. Se encuentra a apenas 200 mts. de la Gruta de las Maravillas. Fuimos atendidos casi en su totalidad por el camarero quién, una vez habiéndole conocido un poco más en el trato que nos dió, nos pareció además de profesional, muy simpático y amable. En cuanto a la comida, se ve que se trata de un lugar especial donde las buenas materias primas y de calidad son las protagonistas. Carta extensa, con muy buena variedad y bien explicada al comensal. Los "fuera de carta", también, con sus precios Hago especial hincapié ya que esté hecho, por desgracia no suele ser muy habitual y creo que es esencial para no llevarte una desagradable sorpresa. Pedimos para dos personas una tapa de Ensaladilla de pulpo, un plato de Espárragos verdes con jamón ibérico y un plato de San Jacobo ibérico relleno de jamón ibérico y queso de cabra. La tapa de Ensaladilla de pulpo estaba sencillamente espectacular el aroma y el sabor que el pulpo daba a esa mahonesa nos resultó deliciosa, además de llevar bastantes tropezones de pulpo. Tapa muy generosa en cantidad. Con respecto al plato de Espárragos verdes con jamón ibérico he de decir que también estaban exquisitos, aunque aquí sí que intentaría mejorar un poco la presentación del plato con algún detallito mínimo decorativo. Sobre un plato (bonito) de cristal transparente venían los espárragos y sobre el temple de los mismos, las lascas de jamón. Ración también muy generosa. En cuanto al último plato, San Jacobo ibérico, he de decir que la carne era espectacular, de tierna y de sabor. El queso de cabra le confiere a la carne de un sabor especial, ya que no era especialmente fuerte, sino al contrario. Viene acompañada la carne de ensalada y unas patatas fritas caseras cortadas en panadera muy ricas y crujientes. Para finalizar, concluimos con dos ricos postres: Flan de castañas (espectacular textura del flan y su sabor) y un muy rico Arroz con leche con su costra. Pan de pueblo, riquísimo. El camarero nos recomendó acompañar la comida con un albariño un tanto peculiar, más afrutado que los habituales (O fillo da condesa). Pagamos 78,80 €, con las dos copas de cerveza que nos tomamos antes de comer. Otro detalle que me encantó es que esta familia está en todo momento pendiente de "los otros detalles" que marcan la diferencia entre un "buen restaurante" o "uno más". Cuando fui al baño por primera vez se había agotado el papel secamanos en el lavabo. Al poco tiempo, ya lo habían repuesto. Que un niño juega con el agua del lavabo y lo derrama por el suelo del pasillo al baño, allí estaban rápidos para recoger el agua y secarlo, advirtiendo del peligro. Todo el negocio, servicio y barra, atendido por un matrimonio y su hija. Como ven, a estos detalles, también se puede llegar. Al salir conocimos a las cocineras a las cuales felicitamos. Son muy simpáticas también. En resumen, y en mi opinión, se trata de un lugar totalmente diferente a la propuesta de la mayoría de los negocios de restauración de la zona más turística de Aracena donde seguro se puede comer bien, pero no utilizarán esa materia prima tan buena y de calidad, ni estarán tan bien atendidos.

Lugar acogedor y servicio atento. La comida bien, especialmente las carrilleras, que estaban presentes en muchas mesas

Pues sí aún quedan sitios atendidos por profesionales. No está por el centro. Es acogedor con un saloncito en la parte de abajo. Cocina tradicional con toques modernos y variedad de vinos. Muy recomendable

Experiencia maravillosa y un auténtico privilegio comer en un restaurante que es más allá de lo que se puede pensar. Servicio muy escrupuloso, atención al cliente sublime, propuesta gastronómica excelente, ambiente fantástico en particular para estar en la bodega. Cada plato ha sido una gran sorpresa, cada explicación una verdadera alegria, el trato de Vicente con su atención y detalle súper. Anfitrión fantástico y ocasión especial para disfrutar de la cocina de Aracena. El vino “mucho más” ha sido increíble y nos salimos desde el restaurante solamente con la voluntad de regresar. Esta noche volvemos!!! Mil gracias Vicente y al gran equipo de Tinto a Odiel. Un paraíso en la sierra de Huelva donde las maravillas son en su casa! Enhorabuena!!!