Cookaluzka en Madrid

Un sitio tranquilo y agradable donde tener una estupenda sobremesa. El servicio es atento sin ser nada pesado, un equilibrio raro de ver y muy valioso, pendiente de los detalles y de hacerte sentir a gusto. La comida muy buena, pero honestamente es lo de menos en comparación.

Restaurante vegano, muy agradable y el personal muy atento y agradable. La comida es buena, pero servida un poco fría. Las infusiones también templadas.

La mejor comida vegana de Madrid y la mejor atención que podrías pedir. Tienen platos muy originales, con un sabor increible y una presentación inmejorable.

Buena comida, personal agradable, precios razonables.

MUY RECOMENDABLE. Soy vegetariana y me encantó el lugar, todo riquísimo y el personal muy amable y atento. Acudí con otros amigos NO vegetarianos y también acabaron fascinados con el sitio.

Muy recomendable si te apetece una experiencia diferente, explorar nuevos sabores aunque no seas vegetariano/a, ya que los platos están cuidadosamente preparados y exquisitos. La atención es inmejorable y el local muy acogedor.

Excelente restaurante, tanto en ubicación, decoración y ambiente, y lo más importante la comida. Tomamos la yuca, la sushi pizza y los nopales mexicanos, de postre la tarta de snickers. Todo sabroso, bien servido de tiempos y en cantidades. Sitio para seguir probando más cositas de su carta.

La comida estaba muy rica. Nos atendieron muy rápido y muy simpáticos. Lo único, pasé frío mientras cenaba, no debía de estar puesta la calefacción o muy bajita y estamos en los días más fríos del año. Pero muy recomendable

Un lugar de los que deberia haber más en Madrid, (cuando Madrid se modernice por fin, vaya a saber cuando sea esto). Donde no te miran mal por pedir un café con Leche de Avena y que tiene una variedad de productos sin harinas que no he visto en otros lugares similares. La única pega es que se nota mucho la diferencia de atención cuando están sus dueños, encantadores, o las empleadas.

Mi primera experiencia no fue muy positiva que digamos. El local no tiene ninguna facilidad de acceso para discapacitados o en silla de ruedas. Un escalón para abrir la puerta más otros dos para entrar en el negocio. Usar el WC es una aventura. Está en planta sótano y no tiene pasamanos en las zonas más críticas, imposible para personas con movilidad reducida. No hay ningún espacio adicional o perchero para dejar prendas. No es un local apto para discapacitados. En cuanto a la comida, solo supe lo que comía en el primer plato, unas alcachofas exquisitas. En el resto de platos no distinguía los alimentos a excepción de kiwi y tomate. Todo está muy especiado y salado. Un buen plato de brócoli, zanahoria, patata y puerro al vapor aderezados con un pimentón de la vera y aceite de oliva, es muy vegano y sabes lo que comes. Por los ingredientes, la elaboración en frío y la opacidad de las viandas, me pareció caro. El personal es atento y amable. El ambiente es acogedor. Después nuestros estómagos pidieron infusiones y mucha agua para combatir el exceso de sal y especias.