Clavel 8 brasa y copas en Salamanca

Restaurante del centro de salamanca con algunos platos sorprendentes. Recomiendo los puerros

Las tapas están graciosas, y la terraza es mucho más tranquila que los alrededores.

Estuvimos en semana santa y sitio muy tranquilo, nos atendio Eric un chico muy majo y muy amable, nos recomendo genial, las alcachofas de entrante (estan espectaculares) y de platos principales para cada uno: rulo de cochinillo que estaba riquisimo y la paletilla tambien riquisima y por ultimo de postre la torrija y tambien riquisima. El orecio no es barato pero merece la pena el dinero que se paga comparado con la calidad y la atencion, volveremos seguro. 45€ por persona (2 bebidas por barba y pan)

Vaya, ese lugar sirve comida increíble. Muy buenas creaciones de ensaladas y el bistec era simplemente increíble. Los camareros son amables y amigables. Ofreciéndonos un tiro libre al final que los austriacos aprecian mucho. Definitivamente recomiendo este lugar si te gusta elegante y con mucha carne.

Un sitio estupendo, tanto para comer como para tomar algo en la terraza por la tarde. La carne a la brasa espectacular, y los entrantes también, destacar en nuestro caso el carpaccio de picaña y las alcachofas, pero lo demás está genial también. Ninguna queja. Si estás en Salamanca no puedes perdértelo. Trato excepcional por parte del dueño, Alberto

Fuimos un grupo de 11 amigas desde el primer momento estuvieron muy atentos a pesar de haber llegado a las 23 30 Comida exquisita,atención estupenda. Nos dejaron tomar unas copas hastabien entrada la madrugada . Los camareros súper amables Un 10 al chef

Comimos allí menú del día. No estaba mal, pero la nota es por la cantidad de los platos, que es algo escasa.

He comido el menú del día y ha sido unos de los mejores menús que he comido desde hace tiempo en precio y calidad, una presentación muy cuidada y delicada, un ambiente muy acogedor y una atención tan exquisita como la comida. Recomendable y además animo a que lo probéis

Reservamos una mesa para 8 personas para cenar. Debo decir que el personal fue muy amable, profesional y atento. La comida era buena y la carne pedida estaba excelente. Desafortunadamente, lo que hubiera podido ser una cena agradable y desatendida, fue estropeado por el frío y la música inadecuada y alta. Nos ubicaron arriba, un espacio acogedor pero con una apertura directa a la puerta de entrada de la calle abierta de par en par. Un especie de túnel de frio constante, obligándonos a cenar con las rebecas puestas. Lo hemos comentado al camarero y pasados unos minutos cerró la puerta. Mejoró un poco, pero fue insuficiente. Otro punto que resultó bastante insoportable, fue la música. Un concierto de Luis Miguel que duró toda la cena donde la música y el volumen eran los protagonistas, molestando la convivencia de la velada. Una pena.

Fuimos un jueves a comer a mediodia. La chica que nos atendió fue amable. La comida relación calidad-precio no compensa. La presa muy aceitosa, el tartar escaso y el entrecot apenas sin sabor. En Salamanca por 55€/persona se puede comer muchísimo mejor que aquí.