Bar Guinardó en Barcelona

La comida brutal, el servicio muy atento y amable y el lugar precioso! Siempre nuestro bar de confianza en Guinardó

Hemos comido hoy dos familias con 2 niños/as por cabeza (8 personas en total) y la mesa y el espacio que nos han habilitado para los dos cochecitos, guardándonos las fundas llenas de agua por la lluvia, el trato en todo momento hacia los más pequeños y adultos, la comida (para picar, los segundos y los postres), etc. todo ha sido genial. Sin duda volveremos y no sólo eso, recomendaron este sitio que hasta ahora no conocíamos.

Grata sorpresa; producto diferenciado y trato muy personal. Muy recomendable.

Mi hijo y yo comemos el menú de mediodía cada martes por cuestión de trabajo / estudio. La comida es de alta calidad y las elaboraciones són sencillas pero a la vez exquisitas. El primero para nosotros es un fijo, hummus casero de diferente tipo según la semana, el segundo es a elegir entre 4 o 5 que siempre incluyen pescado, carne y vegano. No llega a ser un slow food pero se percibe la calma y buenas vibraciones del personal.

Un Oasis en el barrio del Guinardo. Comida deliciosa, raciones equilibradas, su carta es una caja de sorpresas ya que la renuevan cada semana demostrando creatividad y sensibilidad por el producto de temporada y proximidad, postres caseros deliciosos, interiorismo detallista, buena música y trato inmejorable...qué más se puede pedir? Que abran los lunes? (¡es broma!). Gracias por vuestra generosidad comer en el Bar es una alegría para los sentidos. :-)

La comida está muy buena y te ocurre muy bien. El espacio es pequeño pero cómodo. La comida te la llevan con un tiempo que está bastante bien. Dueños super agradables. Fui con mi abuela y mis tíos, y me encantó. Devolveré 100%. Se ha convertido en el 2º restaurante favorito de Barcelona, ​​para mí. 🔝🔝

Calidad precio excelente. Precio razonable.

He celebrado allí mi 24 cumpleaños, ambiente tranquilo, comida buena, personal de 10.

Carta compuesta por numerosos platillos para picar o compartir. También hay abundantes platos a los que se suman platos especiales de la semana, y unos pocos bocalillos. Tienen ricos postres caseros. Los platos habituales están muy cuidados. Se puede venir con niños. El local es una rara avis en el Guinardó, es como si hubieran trasladado un cachito del Eixample a este barrio pegado a la montaña, pero parece un movimiento no solo en el espacio sino también en el tiempo gracias a la decoración, reciclada de los 80, que va acorde con el trato al cliente, muy familiar y sin prisas (locales con este encanto suelen encontrarse en zonas más céntricas, pero la afluencia de clientes y turistas les dan otro ritmo y previenen ese cariño). Fan de las baldosas amarillo canario de la cocina enmarcadas en las baldosas verdes de la barra, la iluminación con flexos, los vasos de Duralex y los coches antiguos.

Un bon lloc per anar a gaudir amb amics i família. Hi vam anar a sopar: una oferta gastronòmica divertida entre la cuina tradicional de tapes i l'street food. Tots els plats eren propostes originals, ben pensades i equilibrades. Cuina ben feta sense filigranes que ens va agradar molt. Però apart de me jar molt bé, cal destacar el bon ambient del local, segurament degut al bon tracte per part de tot el personal del Bar Guinardó sense excepció. Se'ns dubte repetirem. Potser al migdia per tastar el seu menú, del qual també ens han parlat molt bé. Un local interessant al costat de l'Hospital de Sant Pau!