Arrea! en Kanpezu

Lamentablemente no pude cenar en Arrea. Sin embargo, mis padres estaban celebrando su aniversario de bodas y el restaurante fue muy amable conmigo al coordinar la compra de champán para que mis padres recibieran un regalo de sus hijos a su llegada. El servicio fue increíble. ¡Gracias al equipo de Arrea!

Impresionante despliegue de creatividad y ligazón con los productos y los valores de la montaña alavesa. Visítalo.

¡Felicidades Arrea! a todo el equipo. Una apuesta valiente y muy interesante ligada a las raíces de las tierras altas de la Araba. Una cocina cuidada con productos sencillos llevados a un nivel superior. Servicio cortés, explicando bien qué hay en la mesa, su historia y por qué. No es sólo comida lo que ofrecen en esta casa, sino que sirven la cultura, la tradición y el sabor de una zona concreta. ¡Cuidado! ¡No pierdas la oportunidad de asistir!

Recomendable 100%. Fuimos al menú mendebaldea. Nos encantó todo!!! La amabilidad y la complicidad de los camareros y del dueño. El ambiente esta minimamente cuidado, todo encaja. Buscan productos de al rededor de Campezo y de Álava. La comida estaba toda buenísima, no puedo decir nada malo. Me quedan ganas de ir a probar el menú ARREA, que no tengo ninguna duda de que será espectacular. Volveremos seguro.

Excelente comida, excelente ambiente, excelente servicio,....sobran las palabras. Grande Edorta con su proyecto y su ingenio.

No tuve oportunidad de comer pero conocí el lugar, la atención, vi como cocinaban la cocina es abiertas, super limpio, sin duda alguna ire a degustar su excelente menu

Hacía ya un tiempo que no encontraba la ocasión para reconciliarme con Michelin y gracias a Edorta y su restaurante Arrea, respiro una bocanada de creatividad y singularidad en su cocina tradicional, intelectual y apartada de las espumas, cremas y conjuntos de alimentos que al final no sabes lo que comes. La puesta en escena de todos los entrantes es sorprendente a la vez que desbordante; tanto por su presentación como por la combinación de productos, todos ellos de la cocina tradicional de Campezo a quien desea ensalzar. Se continúa con una selección de 3 propuestas de platos de un total de 6, diseñadas nuevamente teniendo en cuenta la materia prima slow food. Esto si que es kilometro cero!!! Mi elección fue la trucha, la paloma y el jabalí, este último y según Telmo, su maitre, no se puede dejar de pedir. No explico las fotos ya que no tengo capacidad de recordarlo todo pero sin lugar a equivocarme, es MAGISTRAL!

Una experiencia gastronómica increíble. Nos encantó. Nuestro menú constaba de varias partes, el almuerzo, los 3 pases (que elegimos huerta, paloma y jabalí) y los postres. Fue alucinante, tanto la comida, como la presentación, como la atención recibida por todo el personal. Es asombroso todo lo que te van contando mientras te sacan los platos. Realmente recomendable.

Un experiencia que merece la pena. Ambiente muy agradable

Nos decidimos por el restaurante Arrea para celebrar un cumpleaños y acertamos totalmente, disfrutamos durante toda la comida aunque especialmente con los tres pases que escogimos. Elegimos el menú Arrea (125 €). Se distribuye en tres partes, primero un almuerzo de alrededor de 20 bocados, diversos, originales. Segundo elegir 3 pases (cada pase tiene 3 partes) de 7 posibles, nos dejamos recomendar y elegimos huerta, cangrejo y paloma. Último los postres. Diferentes panes muy ricos. Vuelvo a resaltar los tres pases y sobre todo el de cangrejo (casi no llegamos ya que a los pocos días lo cambiaron por el pase de trufa). Una puesta en mesa espectacular, cuidados todos los detalles. Te cambian un montón de veces los cubiertos y lo adaptan a cada plato, además para cada grupo tienes una servilleta diferente decorada con su logo. Además de lo agradable del comedor con una mesa apropiada para la puesta en escena de todos los pases del aperitivo hay que añadir la atención exquisita de Telmo y su compañera. Nos hicieron sentir fenomenal con su simpatía, explicaciones, buen hacer. Resumiendo, lugar diferente con un trato familiar y profesional degustando bocados sorprendentes, perfectamente preparados y presentados. Mereció la pena desplazarnos a Santa Cruz de Campezo (nos quedamos con ganas de probar los otros pases, lo haremos).