7 Golpes en Zaragoza

Local con mucho ambiente y muy buenas raciones

Excelente establecimiento, excelente la atención y de la comida ni hablar, todas las tapas son buenísimas y a buen precio.

Llegué por recomendaciones del hotel, ¡me gustaron mucho las papas bravas! ¡El resto de la comida estaba bien! Creo que el cuscús estaba salado para mi gusto, ¡pero mi marido y mi hijo estaban contentos con él! No podría ser solo yo, ¡dijeron que las albóndigas de cordero estaban jugosas! ¡No los probé! ¡Toda la demás comida era buena! ¡Las anchoas eran diferentes a las que comí antes! El servicio fue genial

Muy recomendable,habia bastante gente pero no me extraña,tapas muy buenas y servicio agradable👍👍

La comida es buena y no es cara. Además hay un camarero que es de 10. Super atento, rápido y amable.

Opciones limitadas pero buenas tapas. ¡Tienen su propia forma única de preparar patatas bravas que las hace memorables! La tempura de verduras también fue una buena ejecución.

Las patatas hojaldradas no tienen nada que ver con El hojaldre. Es todo patata y por lo tanto apta para celiacos. Todo muy rico pero si es verdad que hay un solo camarero y cuando está hasta arriba de gente se queda corto

La comida es decente aunque no conocen la sal. La pido me ignoran la vuelvo a pedir me vuelven a ignorar y a la tercera me dan por fin sal. La camarera se pone con Whattsap cuando le pido la comanda.

Comida buenísima, camareros tanto en barra como fueran serviciales y amables, ambiente intergenerational, la verdad un sitio fantástico para cenas o comidas informales, raciones amplias, pinchos muy sabrosos, la tempura una delicia, el solomillo buenísimo, recomendable

Estuvimos un par de días en Zaragoza de vacaciones con mi pareja y quisimos probar la experiencia de tapear en "El Tubo". La primera noche nos adentramos en sus calles estrechas y probamos 2 de sus locales. No estuvo mal, pero tampoco fué nada del otro mundo... Sin embargo, la segunda noche fuimos a parar delante del "7 golpes" y mi pareja y yo nos miramos y digimos: vamos alla a ver qué tal. El local estaba prácticamente lleno, pero solo al entrar, el empleado nos preguntó y muy amablemente nos acompañó a una de las pocas mesas altas que, por suerte, quedaban libres ( en los locales que habiamos visitado el día anterior nadie tuvo este gesto con nosotros y la verdad es que es muy de agradecer demuestrando una gran profesionalidad). Enseguida nos ofrecieron la carta, nos preguntaron qué queriamos beber y que si teniamos alguna duda no dudaramos en preguntar. Y así lo hicimos. Fueron muy atentos, todo y estar "a tope" de gente. Pedimos unas cuantas tapas y entre ellas las "patatas bravas" que estaban de muerte. Nunca había probado nada igual. El precio asequible. Si volvemos algún día sin ninguna duda, repetiremos. Si vais por allí, entrad, seguro que no os arrepentireis.