The Westin Palace, Madrid en Madrid

Fuimos a cenar 5 personas, toda la comida estaba muy rica, muy bien preparada, pero tardaron una hora y media! en sacarnos el primer plato y para sacar el segundo también pasaron unos 20-30 minutos. Nos decepcionó la tardanza la verdad.

Simplemente perfecto. Servicio súper atento, delicado y profesional. Tuve la oportunidad de comer ravioli de rabo de toro por primera vez y me encantó. La pasta boloñesa también estuvo genial. El precio vale la pena la experiencia. Recomiendo.

Hacía tiempo que no visitaba este restaurante y ha merecido la pena volver. Los platos estaban perfectos y la atención del personal fue inmejorable. En breve le darán un "lavado de cara" al restaurante y espero que no pierda la esencia.

Excelente cocina internacional servida como se merece un hotel de 5 estrellas en un salón amplio, luminoso, todo bajo una cúpula espectacular Con la oferta del tenedor la factura se suaviza lo suficiente como para repetir en ciertas ocasiones.

Es un sitio de estilo clásico, muy elegante y muy tranquilo. Ideal para hablar con calma con alguien. Los camareros son muy amables, educados y respetuosos. Es el sitio ideal para llevar a alguien que te importa y para la que quieras prestar toda tu atención sin ruidos ni nada que te moleste. Tienen música clásica de fondo muy agradable también. Estoy deseando volver.

Espectacular brunch acompañado de ópera. Comida y bebida acorde a la clase del hotel, no te faltará de nada.. bogavante, cigala, cordero, solomillo, sushi, arroces, jamón, lomo, gran variedad de quesos y algunos postres muy ricos también, todo regado de buenos vinos y cavas. Repetiremos seguro.

El lugar es hermoso y el servicio es excelente. La comida no era nada buena.

Viajero y amante de los buenos restaurantes, decidí descubrir este, La Rotonda de Madrid, el servicio es correcto, aunque los jóvenes camareros todavía parecen estar en fase de formación. Su amabilidad y su sonrisa, sin embargo, compensan estas pequeñas carencias. En cuanto a la comida, la carta ofrece una variedad apreciable y los platos parecen prometedores, pero mi decepción fue grande cuando probé mi tartar de ternera, vendido por 30 euros. Esperaba más en términos de sabor por este precio. Por desgracia, la presentación era bonita pero el sabor inexistente, como el plato de mi pareja. La selección de vinos no es especialmente sofisticada, aunque los precios siguen siendo razonables. Sin embargo, el postre a 15 €, un budín de huevo, me pareció excesivamente caro, al igual que el café a 7 €. Salí de esta comida con hambre y profundamente decepcionado. Parece faltar refinamiento en la cocina del chef, que se contenta con una presentación atractiva sin ofrecer una experiencia gustativa que cumpla con mis expectativas.

La comida está fenomenal y el sitio es espectacular. El servicio es muy bueno y muy agradable. El problema es el precio. Para mí gusto es algo caro.

He ido varias veces y en todas han cumplido con mis expectativas. Siempre que he solicitado algo especial, han cumplido con mis deseos. Comida de calidad y ambiente excepcional. Repetiré mas veces. Personal muy profesional