El dia de la madre estuvimos comiendo allí en familia, ya habíamos estado en el Sibuya de Valencia y a mi marido le gustó muchísimo y nos sorprendió a todos porque él no es de probar cosas nuevas. Quisimos probar en el de Albacete que nos pilla más cerca y nos gustó igual. Todo buenísimo y el trato impecable, muy amables. Seguro que repetiremos.
Es un restaurante del que nos habían hablado muy bien y nos ha encantado la comida y el ambiente, pero sin duda, me quedo con el camarero, Esteban. Un chico encantador, que aconseja muy bien y explica todo fenomenal. Volvería al cualquier restaurante en el que sepa que está Esteban atendiendo. Enhorabuena!!