Sant Vicenc en El Pont de Bar

Lugar ideal para pasar unos días de relax. Todo está ahí: el servicio, la comida, el circuito termal, la tranquilidad

Magnífica. Los tratamientos son muy agradables. La comida buenísima y el personal extraordinariamente amable. Sin duda repetiremos.

Un fin de semana fenomenal, todos los servicios que me hemos cogido 10 puntos, nos vamos super relajados y muy contentos con el servicio de todo el personal. Seguro que volveremos a repetir.

Lugar ideal para desconectar. Personal muy atento y amable. Muy recomendable

Después de 5 años hemos vuelto. Balneario y hotel encantadores. Nos han atendido de fábula. Tanto las comidas como la atención de todo el equipo excelente. Comidas saludables y variadas. Circuito termal y opciones complementarias muy aconsejables. Volveremos seguro!!

Son 8 generaciones ya , dando tranquilidad y cariño a quien tiene el privilegio de llegar alli , el entorno, pasa el río Segre tienes todas las montañas de frente . Aguas termales con la opción de hacer un circuito dirigido una pasada , convina lo antiguo, con lo moderno en una armonía increíble que hace que cada rincón sea único y tenga vida , comida excelente , todo el personal atento ,profesional , cercano de 10. Mil gracias a todos por hacer la estancia inolvidable. Sin duda repetiremos

Un sitio con mucho encanto! El balneario pequeñito pero con un circuito bastante completo. La comida de diez, espectacular!! Y las vistas inmejorables. Totalmente recomendable.

Un lugar muuuucho agradable, muy bien gestionado y sobre todo excelente trato de los propietarios y del personal. Un circuito termal fantástico, si desea relajarse, disfrutar de la montaña, la naturaleza, en la restauración. Aconsejamos plenamente ir.

En todos los sentidos espectacular , ubicacion , atenciones , entorno , cocina , un lugar especial para sentir y recibir , gracias Anna Marta y a todo el equipo

Resumido en 4 puntos (atentos al punto 4): 1. Unas vistas preciosas del Segre y un entorno natural magnifico. Perfecto para relajarse simplemente mirando al vacío, leyendo un buen libro o tomandote un cocktail con tu pareja. 2. Unas habitaciones e instalaciones perfectamente limpias, especiales por su fusión con lo antiguo, la comodidad de lo moderno y toques de sencillez (casi medieval) de cerraduras manuales, vigas centenarias descubiertas, etc, etc. Una austeridad provocada que llama la atención pero sin causar mal gusto a mi juicio. 3. Un balneario completo, con todo lo esencial, muy bien atendido por personal extremadamente educado, rozando al teletubbie rojo en algunos casos... El agua es termal, natural, sulfurosa, se notan los beneficios en la piel desde el primer dia y no apesta a huevos pochos como otros sitios. 4. Y lo mejor....el restaurante. Es totalmente injusto y un desperdicio para la sociedad que este equipo de cocina no esté nominado, como mínimo, para una recomendación Michelín o Repsol. Venir a comer a esta casa vale la pena sólo por degustar unos platos que dificilmente puedes creer tener en boca al precio de un menú ejecutivo. El personal del restaurante es absolutamente exquisito a la par que profesional, derrochando una natural simpatía para nada forzada. Para mi gusto es magnifico, un rincón que debes experimentar como escapada rápida y relax anual de obligado cumplimiento. Si queréis una crítica constructiva, ahí va: Cada año que voy el personal que da los masajes ha cambiado, y al igual que en este sitio me han hecho el mejor masaje y/o reflexología de mi vida, también me han hecho la peor. Y conste que no es una crítica a la persona que me lo ha hecho, que se esmeró mucho todo hay que decirlo, pero hay manos y manos. La experiencia es un grado entre los buenos masajistas. A mi me gusta que me pregunten si me está gustando el masaje durante el masaje, no después. Asi el masajista demuestra interés por si se necesita más nivel de presión, menos, etc. Un masaje demasiado flojo es como una comida sin sal.