Restaurante Entretierras en Urueña

Un grato descubrimiento. Una carta muy variada y con muchos de sus platos aptos para celíacos. Productos de proximidad y trato excelente

Espectacular. En todos los aspectos. Especialmente por el mimo que tienen hacia las personas con alergias. Los celiacos tienen un buén restaurante en Urueña, sin riesgos. Muchos platos de la carta sin gluten, el pan, la cerveza...SIN GLUTEN!! No solamente sin gluten sinó que, además de mucha calidad.

En Urueña, villa del libro con un recinto amurallado único; un lugar mítico a 200 km de Madrid. Entretierras es un restaurante con una oferta gastronómica de primerísimo nivel. Compromiso con los productos de la tierra y locales. Es una perfecta gozada y merece la pena desviarse en la salida 209 de la A6.

El restaurante está muy cuidado. La señora que nos atendió fue muy agradable y atenta y la comida está bien. El precio nos pareció un poco elevado para lo pequeñas que son las raciones. Comimos dentro en una especie de comedor y la verdad es que pasamos un poco de frio.

Comida exquisita, servicio atento y un lugar maravilloso, una casa antigua restaurada con mucho gusto cuidando todos los detalles. Sin duda un restaurante que conocer (y repetir). ¡Muchas gracias por todo!

Paramos a ver el pueblo y entramos aquí a comer. Pedimos ensalada de pulpo y el magret y estaba todo riquísimo. De postre el muosse de fresa que también estaba súper bueno. La chica que nos atendió fue súper amable con nosotros, recomiendo ir!

Todo un acierto. El restaurante está en una antigua casa restaurada con mucho gusto, aunque las salas más bonitas son las del piso superior, donde no comimos. Las croquetas de cecina buenísimas, a los garbanzos con almejas les faltaba cocción y el plato me pareció escaso y las carrilleras de diez. También muy rica la tarta de queso. Vino de la zona bastante decente, aunque algo subido de precio. La atención excelente

Un sitio donde sentirse como en casa. La carta mezcla novedad con tradición y las raciones son generosas y muy sabrosas. Siempre tiene productos de la zona lo que se agradece para gente de fuera.

El sitio no está mal (solo hacía un poco de fresco dentro). En cuanto a la comida, una pena, porque la materia prima se ve que tiene calidad, pero de 5 platos elaborados que pedimos, 3 llegaron fríos/congelados y se tuvieron que recalentar...

Muy buen servicio, ambiente muy agradable y confortable, buenos productos y buena cocina. Comimos cuatro personas. El problema fue que ningún plato caliente estaba caliente sino levemente templado (merluza al horno, caldereta, por ej). Cuando solicitamos que nos calentaran la comida, traían los platos que no se podían tocar, pero la comida seguía estando a la misma temperatura. Esto es una crítica constructiva porque merece la pena comer aquí y todo, menos este "detalle" es estupendo.