Restaurant La Plaça | Erill la Vall en La Vall de Boí

Es un restaurante que tiene comida casera y de temporada. Tienen trona para los niños. Diria que en la terraza aceptan mascotas. Además, para el café, tienen una salita contigua que te permite hacer un breve kit kat que te da la vida. Muy contenta, repetiremos

Comimos allí y la verdad que muy satisfecho, nos recomendaron el cabrito asado a baja temperatura y estaba delicioso. Situado al lado de la Iglesia, ofrece menú, pero también se puede comer a la carta.

Muy buen servicio, eficiente y amable, y una comida de mucha calidad y variedad. Muy buenos postres. Recomiendo el risotto de setas, el meloso de ternera y para terminar el pastel de queso. Altamente recomendable si desea comer bien en el Valle de Boí.

Es un restaurante en el que se come muy bien y el producto se ve de calidad, y el restaurante es bonito. Iba a ser una experiencia de 10, pero al pagar hemos visto que nos han cobrado 2.5€ por agua de la grifo que encima nos la hemos puesto en la mesa sin pedir. Nos hemos sentido estafados y enojados por este hecho. En un almuerzo de 80€ no viene 2,5€…

Hacía años que no iba, pero guardaba un gran recuerdo de la sopa de cebolla con huevo y queso gratinado… sigue impresionante y muy recomendable cuando llega el invierno. Personal amable y simpático, local acogedor y pueblo hermoso en un gran entorno natural.

Restaurante muy acogedor, tanto el propietario como el servicio muy amables y ayudando en todos los temas. La comida espectacular! Todos los platos que hemos probado a cual mejor, desde la ensalada de aguacate, a la sopa de cebolla, el entrecot supertierno, el ternasco perfectamente cocinado o la pasta con setas muy sabrosa. Además el local muy bonito y con espacio para aparcar. Seguro que repetiremos!

Fuimos para comer. Riquísimo el risotto y la pasta con trompetas de la muerte y carreretes. Recomendable.

Fui a pasar unos días a la montaña con dos amigos y, al devolver lo único que queríamos era comer como unos señores. Encontramos este sitio y no les mentirás cuando digo que no nos esperábamos un nivel tan alto de cocina, imposible mejorar los platos. Queríamos comer como unos señores y terminamos comiendo como unos reyes