Refectorio en Sardón de Duero

13/05/2024: Teníamos reserva para comer en La Vinoteca y posteriormente visita a La Abadía y cata. La llegada al complejo es espectacular tanto por las vistas como por su configuración. Muchísimo encanto en todos los espacios así como una taberna muy acogedora para tomar algo y una comida que nos encantó. Cada plato que tomamos creaba una atmósfera única en la mesa y disfrutamos de cada uno de los sabores de forma relajada. Sabores intensos y cuidado en cada uno de los detalles. Sin embargo, tras tan buena experiencia, reconocemos que la visita y cata nos dejó un sabor agridulce. Para empezar gracias a que a nuestra llegada avisamos de que tras la comida teníamos la visita, como cortesía, vinieron a recogernos; pero nos comentaron que no era lo habitual y que las personas que no están alojadas directamente deben ir a la zona de la bodega. Bajo mi punto de vista, me parece que desde el inicio esto hace que se pierda parte del encanto ya que la propia visita comienza contando la historia de la configuración de la finca, por lo que, entendiendo que no hay que molestar a los huéspedes y el tipo de hotel que es, considero que el inicio debería darse en los alrededores de la Abadía y posteriormente continuar con el paseo en vehículo privado a través de los viñedos. La visita de los viñedos resultó ser muy interesante y enriquecedora, finalizando con una cata que dejó bastante que desear. Partiendo que no es la primera cata que hacíamos, esperábamos algo más de explicaciones acerca de los aromas, color, forma de maridarlos... Y, sin embargo, fue algo bastante vacío: se nos sirvieron tres lágrimas de vino (sabemos lo que es una cata, pero en este caso la cantidad fue bastante escasa); se nos habló por encima del gusto y se dio por finalizada la actividad (la duración era de hora y media aproximadamente y a la hora y poco había terminado). Recomendaría sin lugar a dudas la gastronomía y la Abadía en concreto, pero ni repetiría ni invitaría a alguien a conocer la zona de la bodega.

12/05/2024: ¡¡¡Qué lugar tan espectacular!!! Precioso, justo en medio de los viñedos y un servicio muy amable y eficiente. No es un hotel barato y los restaurantes y las bebidas tampoco lo son, te dan un vino riquisimo. La vinoteca es un restaurante delicioso. Vale la pena la experiencia.