Parador de Guadalupe en Guadalupe

En primer lugar destacar a Belén que nos atendió a la llegada;muy profesional y amable en todo momento. Habitación 202 tranquila salvo que se escucha la ducha de la habitación de al lado. Faltan amenities en baño y algún detalle de. Bienvenida . En escritorio ni un triste papel ni bolígrafo. Decepción en cuanto al recibimiento de mascota. No solo te obligan a coger una habitación superior solo por llevar perro ( en mi caso de 4 kilos) sino también pagar suplemento de 30€ que ya es una pasada. Llevamos incluido el desayuno el cual no disfrutamos más que un café y rápidito porque claro cómo es lógico al comedor no puede pasar la mascota que lo entiendo pero el día de antes sugerimos desayunar en el patio que esta pegado al comedor en cuyo sitio si puedes cenar y comer con el Perrillo . Pero LA RESPUESTA FUE NO porque sólo había dos camareros en el desayuno. Opciones o desayunar de uno en uno como hicimos o Me proponen dejar al perro EN EL BAÑO. No recomendable para ir con mascotas . Amenities

El A.A. de mi habitación no funcionaba,no había mantequilla en el desayuno, pidieron mil perdones,por lo demás todo bien.

Supongo que cada habitación tendrá su experiencia. A mí me ha encantado la 206, por sus vistas desde la terraza de la habitación. Impresionante de día, más impresionante de noche. Para cenar picamos algo en el bar, todo muy bueno y la atención de la chica excelente. El tener en la pared al lado de mi cama un azulejo con la imagen de la Virgen de Guadalupe ha sido un plus. Ahora iremos a desayunar antes de partir. Si no digo nada más....es que fue espectacular.

Comimos en el restaurante en nuestra visita a Guadalupe. Muy rico el Zorongollo extremeño de pimientos asados con huevo y ventresca de atún, el cochinillo asado y el rabo de ternera.

Maravillosa e irrepetible. Ahora bien, moverse en coche por las calles de Guadalupe, bastante complicado.

No le doy la quinta estrella por lo difícil del aparcamiento. Agradable jardín y terraza

He comido en la terraza del comedor, un lugar y una comida extraordinaria. Los Paradores son así.

Muy gratamente sorprendido. Un sitio precioso para descansar con mucha tranquilidad. El monasterio es una maravilla y el entorno ayuda para tener un gran recuerdo de la estancia. El Parador tiene rincones fabulosos como el patio de los limoneros ( y naranjos) y el jardín al lado del restaurante. Si pueden elijan la habitación 14.... Recomiendo una visita si les gusta la paz.

Sólo para comer en el hermoso patio.

Me gusta visitar paradores pero el patio de este tiene todavía un encanto especial. No puedes irte de Guadalupe sin sentarte a degustar un café en su patio lleno de tranquilidad.