La Bodega d'en Rafel en Barcelona

Un buen sitio para pasar un buen rato y comer bien. Buen precio y buena calidad. Los camareros y la cocinera muy amables y atentos y el propietario un excelente cortador de jamon. Sin duda aconsejo este lugar para comer.

DESASTRE Somos clientas hace mucho tiempo y es una pena como bajó la calidad, supimos que hace como 2 años cambiaron de dueños y se nota mucho, siempre fue una bodega del barrio, llena de gente local, con comida muy rica y casera, anoche volvimos a ir luego de 6 meses de no ir y empeoró mucho mas, mucho frito y gusto a aceite viejo, los vinos calientes. Lo bueno que conserva es la atención, las camareras de toda la vida de la bodega, que siempre da gusto verlas y recibir su atención.

El servicio y la comida estuvieron bien. El ambiente ha cambiado un poco y se ha llenado bastante de turistas y por lo tanto los precios han subido un poquito.

Local muy encantador, con gran variedad de tapas y diferentes carnes y platos.. El servicio es un homenaje a lo autóctono y con un saber estar encantador..hasta la cocinera súper simpática muy servicial y agradable, describiendo todos los productos y elaboraciones..Nos encantó el ambiente y la complicidad que hubo entre varios clientes en conversar..detallazo de última hora con un chupito de Ratafia. Una gran experiencia repetiremos podéis estar seguros

Probamos 4 barras para probar batata bravas pero la suya es la verdadera papa, gracias equipo, nos vemos pronto.

La propuesta es excelente, PERO desde el cambio de dueños se perdió la originalidad con la que trabajaban antes. La chica en la puerta no representa nada de lo que este lugar fue. Una lastima.

Si quieres vivir una experiencia original de tapas y bares en Barcelona, ​​debes visitar La Bodega.

Un trato familiar y una cocina clásica de calidad. Es el punto de reunión con mis amigos aquí en Barcelona.

¡Todo estuvo delicioso y rápido! ¡Nos lo pasamos muy bien! ¡Muchas gracias por la deliciosa comida!

La primera elección del plato fue desafortunada: ¡¡¡nada de calamares fritos!!! La alternativa, en cambio, nos hizo sonreír de nuevo. Lugar rústico con platos típicos y personal amable. Ah, los calamares no estaban incluidos en la cuenta. Definitivamente buenos precios.