Can Larry en Peralada

Muy bien ubicada y comida y servicios impecables, volveremos ;)

Restaurante orginal, decoración con mucho gusto Comer buenísimo, buen servicio, buen ambiente ¡No se puede pedir nada más!

Precioso lugar,buen ambiente, muy bien trato ,sabores y olores esquistos

El restaurante esta decorado de forma bonita. El servicio es eficiente. La comida es buena sin ser muy especial. La cocina esta a vista.

Hicimos cena de viernes y salimos encantados. Producto de la tierra y un trato de 10. Vedella de Gerona, gambas flambeadas con brandi, rabo de toro y alcachofa…espectacular. Volveremos y lo recomendaremos

Había sido en una ocasión en Can Larry y la experiencia no fue positiva. En esta ocasión, grupo de 12 personas, he de comentar que salí mucho más contento. El local sigue sin gustarme. Lo encuentro frío, desangelado y decorado sin ningún estilo. Pero los entrantes (croquetas, calamares, buñuelos de bacalao, ...) como la fideuá y, sobre todo, los arroces tuvieron los aplausos de la mayoría. También los postres muy correctos. Para una comida informal o para degustar sus arroces es un buen lugar. Precios discretamente altos.

Había estado en una ocasión en Can Larry y la experiencia no fue positiva. En esta ocasión, grupo de 12 personas, debo comentar que salí mucho más contento. El local sigue sin agradarme. Lo encuentro frío, desangelado y decorado sin ningún estilo. Pero los entrantes (croquetas, calamares, buñuelos de bacalao, ...) como la fideuá y, sobre todo, los arroces satisfacieron a la mayoría. También el postre muy correcto. Para una comida informal o para degustar sus arroces es un buen sitio. Precios discretamente altos.

Comida muy buena pero el precio un poco alto

Entorno singular muy acogedor. Cocina vista donde puedes ver cómo se desarrolla la liturgia. Muy buena opción con un servicio muy profesional.

Hemos comido mi mujer y yo y, aunque sin sorpresas, ha sido una grandísima experiencia. Las croquetas de carn d'olla y las de bacalao eran emocionantes, el rabo de toro una delicia, y la tarta de queso el final perfecto para una comida sabrosísima. A destacar la originalidad de la decoración y el servicio amable y eficaz. Muy recomendable