A pesar de que lleva mucho tiempo abierto, no lo había frecuentado hasta hace poco. Fue todo un descubrimiento. Siempre digo que las cosas buenas de esta vida pasan por casualidad. Trato excelente, un vermut de solera espectacular, pinchos muy ricos y un ambiente muy agradable. El paso del tiempo ha hecho de este lugar merecedor de un hueco en mis lugares "genuinos". Muy recomendable.