30/03/2024: En el corazón de Cantabria, en un encantador pueblo llamado Quintana, se encuentra un restaurante que brilla con luz propia: La Cuadrona. En un día tan señalado como el Jueves Santo, 30 de marzo, cuando el reloj marcaba las 15:30 y la mayoría de las cocinas ya habían cerrado sus puertas al descanso, La Cuadrona se erigió como un oasis de hospitalidad y buen comer.
Contra todo pronóstico, y a pesar de que oficialmente la cocina había terminado su servicio, el equipo de La Cuadrona no solo nos recibió con los brazos abiertos, sino que accedió a prepararnos una comida que superaría todas las expectativas. Este gesto, lejos de ser un simple acto de cortesía, fue una demostración palpable de su compromiso con la excelencia y la satisfacción del cliente, elevando la experiencia a un nivel digno de más de cinco estrellas.
La comida, oh, la comida... Fue un recorrido sublime por lo mejor de la gastronomía regional, donde cada plato contaba una historia, cada bocado era una revelación. El rabo de toro estofado, con su textura tierna y su sabor profundo, era un homenaje a la tradición culinaria española. La carillera de buey, cocinada a la perfección, se deshacía en la boca, dejando un regusto de pura felicidad. Las albóndigas, jugosas y sabrosas, y la fabada, rica y reconfortante, competían en excelencia, demostrando que en La Cuadrona, la calidad no conoce de favoritismos.
La Cuadrona no es solo un restaurante; es un refugio para el paladar, un lugar donde la pasión por la gastronomía y el respeto por el cliente se fusionan para crear experiencias inolvidables. En un día en el que la esperanza de encontrar un buen lugar para comer parecía perdida, La Cuadrona se convirtió en el escenario de una comida maravillosa que quedará grabada en la memoria. Por todo esto, y por el cariño puesto en cada detalle, La Cuadrona merece ser celebrada como un verdadero tesoro de Cantabria.