Restaurante Negro / Rojo en Barcelona

El lugar muy lindo. La música no fue de mi agrado

Excelente comida asiática, con un concepto realmente agradable (el lugar se está convirtiendo en una fiesta después de la cena). Todos los platos que probamos estaban bastante buenos. - croquetas - pato bao - pollo al curry - plato de sushi - Salmón Miso Fuimos un sábado por la noche, la fiesta comenzó alrededor de la medianoche con música house y electrónica, lo recomiendo, fue una experiencia agradable.

Super buen trato por parte de la seguridad del club

Muy bueno... Platos muy bien cocinados... Siempre en su punto. Precio razonable.

Hay que intentarlo. Comida deliciosa. Gran ambiente. Hermoso interior. Personal amigable. Zona de alta gama. El único inconveniente (para los extranjeros) fue que el wifi no funcionaba y nos costó pagar porque su sistema POS no funcionaba por falta de wifi.

El servicio de los camareros en restaurante excepcional, al terminar la cena nos quedamos a la fiesta de viernes noche y los camareros y camareras de las barras igual, simpáticos y agradables, nos gustó muchísimo la camarera de abajo súper simpática y atenta y muy trabajadora, por último la chica morena de los lavabos pese a tener muchísima faena por las grandes colas que se formaban todo el rato dando las gracias, pidiendo por favor que dejasen pasar ya que había muchísima gente , la gente empujandola y ella seguía con simpatía ,colocándonos servilletas rápidamente y diciendo lo siento por tener que ir rápido, con su sonrisa todo el rato, la gente se colaba y la chica les explicaba por favor que tenían que salir y hacer cola, no hacían caso y la insultaban y ella seguía sonriendo, nos informó que este domingo también abrían por si queríamos volver a ir, de echo la escuchamos informando a toda la cola que tenía la pobre, es en lo que más nos fijamos que no dejo ni a una sola persona de la cola sin dar las gracias y informando a todos que el domingo también abrían, nos hizo gracia y le dijimos que menuda energía tenía con tantísimo trabajo en los lavabos, una chica se dejó un teléfono y su monedero mientras estabamos en el lavabo y la chica salió corriendo a entregárselo, sinceramente esa chica trabaja estupendamente, da gusto encontrar gente tan simpática trabajando en la noche y los chicos de seguridad súper buen trato también, uno de ellos un poco borde pero igualmente nos gusto muchísimo todo el trato recibido pese a tener todos muchísimo trabajo. El domingo fueron unos amigos nuestros y todo genial y nos recordaron a la chica de los lavabos que no paró de trabajar y dar las gracias. Volveremos a repetir.

Restaurante que se encuentra en la ciuda alta de Barcelona dónde no resulta fácil aparcar si vas un sábado/domingo a no ser que aparques en el parking del centro comercial de la Illa. El restaurante tiene realmente dos áreas diferenciadas; en la parte de arriba se encuentra el restaurante Negro donde puedes degustar comida mediterránea. En la planta de abajo se encuentra el restaurante Rojo, cuya carta es únicamente comida japonesa. Comimos en el Rojo, japonés, y la verdad es que los platos son de buena calidad y con producto fresco; nos dejamos recomendar por el camarero y sin lugar a dudas, acertó especialmente con el uromaki de pez mantequilla, muy bueno. La atención en el servicio bueno y la cuenta también muy correcta para la relación calidad/precio.

¡Lugar perfecto para ir a cenar! Muy buen ambiente, luz tenue y música. El sushi que probamos era de calidad, destacar el de steak tártaro, buenísimo y volveremos seguro.

El restaurante tiene dos ambientes, abajo es japonés y arriba es mediterráneo. Nosotros reservamos para ir al mediterráneo. El ambiente es muy agradable y la comida es excelente. Pedimos varia entradas para compartir entre amigos y resultó bastante bien. Pedimos un par de botellas de vino para compartir. El servicio es muy amable y estuvimos muy bien atendidos. Se pasa muy bien en este lugar.

Nos sentamos en la terraza interior, lugar muy bonito. Comimos cocina jaçonesa y la verdad que estaba muy buena. Muy buena calidad