Parador de Mojacar en Mojácar

Un parador discreto y muy acogedor, en primera línea de playa. Habitaciones cómodas y limpias con terraza. Destacable la amabilidad del personal y el servicio impecable. Un sitio perfecto para descansar y desconectar. Cerca hay restaurantes, supermercados y comercios. Con piscina grande, gimnasio, sauna… Súper recomendable. Muy rica la tarta de queso con helado de frambuesa.

Pues el parador es bonito,la habitación amplia,con su baño completo,cama doble y una terraza que da a unos jardines preciosos por los que tienes acceso a la calle y justo en frente esta la playa. El comedor normalito però acogedor,el servicio super atento y amable. Por poner una pega ,en la carta falta alguna ensalada y algo más ligero, ( lo digo porque soy de cenar poquito) por lo demás la comida buenísima. Los desayunos tipo buffet muy ricos,variedad y surtido.

Fueron dos días pero cuando marchamos nos pareció que habíamos estado allí mucho más tiempo, fue tal la amabilidad con la que nos trataron que no tenemos más que palabras de agradecimiento para todo el personal, empezando por Celia que telefónicamente ya dejó entrever el cariño por su trabajo y el trato con el cliente, pura atención y delicadeza, personal de comedor, que sería el desayuno sin María Montoya, la alegría de la huerta, y la maravillosa piscina con el inigualable Mario, siempre atento a que no te faltase nada, toalla, sombrilla, una persona siempre sonriente, preocupada por que todo el mundo se sienta confortable, en fin como he dicho antes todo el personal, limpieza, un diez para todas esas chicas que saludábamos por el pasillo, siempre tan sonrientes, muchas gracias por hacerlo todo tan agradable, volveremos en cuanto nos sea posible.

Atención excepcional de todo el personal y sobretodo del socorrista. Detalles en la piscina, vistas al mar, habitación muy cómoda. Estancia muy recomendable

Quiero agradecer a Antonio el camarero su orientación y buen servicio para que tuviéramos lo necesario para desayunar y almorzar. Doy las gracias públicamente a Celia la recepcionista, que MUY amablemente nos sugirió un carro para transportar la gran cantidad de maletas, macutos y bolsas que llevábamos; e incluso nos los llevó al coche, cosa que agradecemos mucho mi mujer y yo por diferentes problemas musculares de los que nos están tratando en una clínica. Ahora bien, las habitaciones son harina de otro costal. El mando de ducha no hay forma de entenderlo. Fijensé lo fácil que es el mando de una ducha...pues en mi vida he visto uno tan complicado para compensar el agua fría y caliente, y que salga por la alcachofa. El pasillo tiene en el suelo un empedrado que entorpece el rodamiento de las maletas. En el comedor hay buen servicio de los camareros, pero, dado los 45 minutos de espera para almorzar, y las dos horas en total que echamos en el comedor, opino que falta personal en la cocina. El maestro de cocina hace unos platos extraordinarios de buenos...pero tarda tanto porque le falta personal. Hay que decir que el comedor tenía la mitad de comensales que caben dentro, y que era un viernes de Mayo.

Bonito hotel para viajes de negocios y privados.

Una estancia estupenda. La ubicación inmejorable y la habitación cómoda y amplia, con una terraza estupenda y todo muy limpio. Estuvimos en régimen de media pensión y cabe destacar que la comida era estupenda. Salvo porque los fines de semana, que si tienen algún evento, los huéspedes quedan relegados a un pequeño comedor y el servicio empeora bastante. En general, recomendable. Gracias.

Todo perfecto, ubicación, entorno, piscina, habitación, desayuno y hasta las comidas. Todo, menos la bajada de la calidad en el servicio y en las comidas, así como en la tranquilidad para las personas hospedadas cuándo se organizan eventos como las comuniones que prácticamente invaden la zona de la piscina y jardín anexo, como el comedor y la única terraza en la que se puede tomar algo mientras se observa el mar

Muy bien sitio para celebrar algún evento

Una muy grata estancia. No solo por las excelentes instalaciones que tiene el Parador de Mójacar, sino por la muy buena atención de su personal. Siempre muy atenta y con una sonrisa en la boca que te produce satisfacción y correspondencia. En recepción, María, Celia y Daniel, quien nos resolvió el problema de parking la noche del viernes. En cafetería la excelente atención y ayuda que nos brindó Juan, a la hora de escoger y en el trato personalizado que nos hizo. Karima en el desayuno muy atenta a nuestras necesidades y muy agradable en su trato. Las habitaciones cómodas, luminosas, limpias, el personal de servicio de habitaciones muy agradable y atento. La terraza con vistas al mar y al jardín un lujo para desconectar y contemplar este paisaje tan peculiar del Mediterráneo. Agradecer a la directora su atención en el desayuno. Estancia muy agradable que quedan en el recuerdo satisfactoriamente. GRACIAS.