MuchaChicha en Murcia

Fuimos a comer a este local y fue una experiencia maravillosa. La comida estaba riquísima, recomiendo encarecidamente la tosta de sardina, el brioche y el canalón de pato, aunque todo lo demás estaba riquísimo también. No os podéis ir sin probar las tartas que son increíbles. Nos atendió Aroa que fue una persona majísima, con gente así da gusto ir a los sitios.

El sitio tiene una decoración súper bonita, muy acogedor, el personal es maravilloso y la comida deliciosa, las porciones son grandes y se pueden compartir. Todo un acierto.

Restaurante muchachicha... Una ambiente muy bueno como así su comida... Nos dejamos aconsejar por Aroa excelente profesional... Resultando una cena fantástica

Nos gustó mucho el sitio y la comida. El camarero súper majo y agradable.

Buena experiencia. La comida estaba rica. Nos gustó todo mucho excepto el paparajote de gambas que no nos terminó de convencer. La croqueta , la tosta de sardinas y el rodaballo estaban buenísimos . La chica que nos atendió Aroa, fue muy simpática y profesional. Nos llamó la atención la amabilidad con la que nos trató .Repetiremos

El servicio rápido, bien atendido, hemos cenado diferentes platos muy bien elaborados , el carpacho de picaña , el el paparajote de shiso , alcachofas trufa lo recomiendo.

Un sitio estupendo en Murcia centro. Personal muy amable y la comida muy rica. Un nuevo local, pero sin duda para repetir.

No lo recomendaría. Hay platos que me gustaron mucho, la pluma, por ejemplo, súper tierna. Sin embargo, el precio no se ajusta a la cantidad ni a la calidad de la mayoría de los platos en absoluto. Por otro lado, ponen precios en la carta que no tienen sentido, como la hueva, que el precio es por pieza y no por ración. ¿Quién va a pedir un solo trozo de hueva? Por lo tanto, el personal se toma la libertad de añadir las cantidades que cree oportunas, en nuestro caso pedimos 2 de hueva y 3 de alcachofa, y nos pusieron 6 de cada cosa. Tocamos a 45€ por persona, que si bien no es ninguna barbaridad, la cena no lo merecía. Como punto positivo me gustó que no había nada de ruido, lo que crea un ambiente ideal para poder disfrutar de una conversación agradable. En cuanto al servicio fue lento, unas 3 horas tardamos en cenar sin postres ni cafés.

Local con decoración muy cuidada. Excelente servicio, tanto en la atención como en la rapidez. Pedimos la ensaladilla de calamar (brutal y diferente), croqueta de picanha (muy sabrosa), brioche de panceta (tremendo) y ensalada de burrata (correcta). De postre, probamos las tartas de queso y chocolate, ambas espectaculares, y el coulant de dulce de leche (correcto). Buena relación calidad-precio.

La primera crítica es la misma que a todos los restaurantes murcianos probados en 4 días: NO se pregunta al cliente qué va a beber antes de que mire las cartas. Lo mejor de la noche con diferencia fue la alcachofa con papada ibérica, trufa y parmentier de patata. Notable plato. Más promedio resultaron la pluma ibérica de bellota a la brasa y el rodaballo a la brasa con velouté y verduras. No dejamos nada pero no quedaron para el recuerdo. Los postres en la misma línea de los principales. Fueron tarta de queso al horno y helado de mango y tarta de chocolate y helado de hierbabuena. Muy correcto todo pero sin destacar. La carta de vinos bastante bien escogida y con variedad. No es un mal restaurante pero diría que sería el último al que volvería entre todos los que probé en Murcia